Mi Padre eres tú, mi Dios y la roca de mi salvación

Con él estarán mi fidelidad y mi misericordia, y en mi nombre será exaltado su poder. Pondré también su mano sobre el mar, y su diestra sobre los ríos. El clamará a mí: Mi Padre eres tú, mi Dios y la roca de mi salvación. Yo también lo haré mi primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.

Salmos 89:24-27 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Esta promesa mesiánica anunciaba la llegada a la tierra de nuestro Señor Jesucristo como el primogénito Hijo de Dios y lo declaraba el mas excelso de los reyes de la tierra. Para siempre Dios le conservaría Su misericordia y Su pacto sería firme con El y todos los que en El creyeren y se arrepintieran tendrían la promesa eterna de salvación. Nuestro Señor Jesucristo es declarado por Dios y Su Espíritu Santo como el único Camino, Verdad y Vida que nos reconcilian con el Padre y que nos permite regresar a todo el propósito para el cual fuimos creados sin importar cuán pecadores habríamos sido porque en Jesús hay perdón, salvación y vida eterna.

Cuando el hombre decidió en el huerto pecar rechazando la voluntad del Señor, también Dios proveyó la restauración por causa de esa caída y estaba precisamente en creer en la vida, muerte y resurrección de Su Hijo Jesucristo. No importa cuan lejos se pueda sentir una persona de tener una nueva oportunidad en esta vida para vivirla guardado por la misericordia y el amor de Jesús, porque precisamente para eso vino Cristo, para ser nuestra única esperanza de gloria, para que El viviera en nosotros y nosotros cediéramos nuestro lugar a Su misericordia y paciencia para estar juntamente crucificados con Cristo y ya no vivir para nosotros mismos sino permitirle que ahora El viva en nosotros y decida por nosotros (Colosenses 1:26-27, Gálatas 2:20).

Porque así como por la desobediencia de un hombre el primer Adán todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, todos aquellos que se arrepientan y crean en Jesús serán constituidos justos, es decir justificados por la fe en la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Hoy es el día de salvación ( Hebreos capítulos 3 y 4). Aleluya.

Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación

Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación. Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. Haces que el hombre vuelva a ser polvo, y dices: Volved, hijos de los hombres.

Salmos 90:1-3 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Esta oración que se le atribuye a Moisés que fue declarado el hombre mas manso de la tierra, tiene que ser también para nosotros una declaración de fe y de agradecimiento a Dios porque El ha sido nuestro refugio y nuestra fortaleza aun en los tiempos de angustia y de prueba para todos aquellos que nos hemos rendido plenamente a nuestro Señor Jesucristo. Cuando nos entregamos a Jesús ciertamente muchos de nosotros llegamos en una condición de quebranto y con una vida sin salida porque muchos habíamos intentado buscar en el mundo la respuesta que solamente podemos recibir de los cielos. Y a pesar de muchas lágrimas seguíamos resistiéndonos a los brazos de un padre amoroso que desde los cielos extendía día con día Su misericordia, hasta que por Su gracia fuimos rescatados de nuestra triste vida sin Dios (Mateo 11:28-30, 1 Pedro 1:18-19).

Gracias por los siervos que han dedicado sus años a predicar la Palabra buscando que muchos se salven, todos estos un día se convirtieron en cristianos nacidos de nuevo y decidieron darle la espalda al mundo y a sus falsas promesas, para enfocarse en los que la Santa Biblia habla acerca de nuestro perdón y salvación eterna. La gran labor de los Pastores, Maestros, Evangelistas y Profetas (Efesios 4:11-15) todos aquellos que están sirviendo genuinamente sin buscar lo suyo y reconociendo que los aplausos y la corona le serán dados en los cielos, están derramando sus vidas obedeciendo el mandato de Jesús de ir a todas las naciones a hacer discípulos y a bautizarlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, creyendo en la gran recompensa que recibirán todos aquellos que hagan volver a una persona hacia el propósito para el cual Dios la creó. Las puertas de los cielos están abiertas para aquellos que se arrepientan de corazón y proclamen a Jesús como su Salvador. Aleluya.

Las bendiciones en Jesús

Toda buena dádiva y todo don perfecto vienen de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. Santiago 1:17 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando nosotros nos entregamos a Jesús y nuestra vida empieza a cambiar y sanar de una manera radical, no debemos en ningún momento pensar que todo esto está sucediendo porque lo merecemos, ya que no es así, sino que cuando Dios abre las ventanas de los cielos sobre su iglesia, solamente es por Su gracia y misericordia sobre todos aquellos que se han rendido a Él. Hay muchas historias en los evangelios donde tristemente la gente buscaba a Jesús solo por los milagros y sanidades que El hacía o por las comidas que ofrecía, pero eran muy pocos aquellos que lo buscaron por quién Él era, ya que nunca entendieron que era el Hijo de Dios y el Cristo. Y la gran mayoría de ellos nunca regresaron a darle gracias. En este tiempo que nos ha tocado vivir, una de las mayores pruebas de un verdadero hijo de Dios va a ser que cuando reciba las bendiciones del Altísimo y la respuesta a muchas de sus necesidades y peticiones, que todavía permanezca fiel a Dios y dándole gracias por Su amor y cuidado inmerecido que está derramando sobre su vida. *No corramos el riesgo de dejar de dar gracias en todo y por todo como el Apóstol Pablo enseño en su carta a los de Tesalónica y además permanezcamos humildes después de que Dios nos sobreabunde en Su gracia y bendiciones derramando nuestra vida también en otras personas que estén en la misma necesidad y problemas que teníamos antes de venir a Cristo, porque esto agrada a Dios (1 Tesalonicenses 5:18). Y por la gracia de Dios que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya. *Promesa.

Dios es escudo a Sus hijos

Combate, oh Señor, a los que me combaten; ataca a los que me atacan. Echa mano del broquel y del escudo, y levántate en mi ayuda. Salmos 35:1-2 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El Rey David es el que escribe este Salmo y declara la bendición de caminar protegidos por la mano de Dios. Este Rey que desde joven fue nombrado y al que Dios señaló con un corazón semejante al Suyo, escribe que el Señor pelea las batallas por Sus hijos, El defiende nuestra vida contra nuestros perseguidores porque Él es nuestra salvación. *Por lo tanto serán avergonzados todos nuestros enemigos y confundidos los que buscan hacernos tropezar, porque Dios los echará para atrás y los avergonzará en todo mal que intenten sobre nosotros. El inicuo será como hierba seca llevada por el viento sin rumbo fijo, pero el único camino para los siervos de Dios es nuestro Señor Jesucristo. Los enemigos de los cristianos andarán en camino tenebroso y resbaladizo porque su corazón está inclinado a tender trampa y hacer hoyos para provocar la caída de un cristiano nacido de nuevo. Pero todos aquellos que estamos rendidos a Cristo y que hemos puesto nuestra vida en Sus manos, viviremos alegres y con gratitud y nos regocijaremos por nuestra salvación y cantaremos: ¡oh Dios quién como Tú! Vivamos confiados de que el Dios de Israel libra al afligido de aquel que lo persigue y al pobre y menesteroso del que le despoja. Los que caminamos de la mano de Dios, estamos seguros de cuál será nuestro destino eterno. Por lo que no permitiremos que la amargura o la preocupación tenga parte ni suerte en nuestro corazón. Bendigamos aun a aquellos que buscan afligirnos porque ese es el corazón que Dios quiere que tengamos como verdaderos cristianos. (Leer Salmos 35). Hoy es el día de que rindas tu vida a Cristo si aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Y que, por la gracia de Dios, Cristo sea en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Mirando siempre a los cielos

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo.
Filipenses 3:20 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El Apóstol Pablo nos habla en esta carta a los Filipenses que todos los cristianos nacidos de nuevo, seamos imitadores de Cristo y que caminemos con las personas que así se conducen, dando siempre un ejemplo al mundo entero de la recompensa que tendremos en los cielos. Porque tristemente nosotros podemos percatarnos de que el mundo está perdido haciendo su iniquidad a pesar de la misericordia que Dios les sigue extendiendo. Pues muchos andan caminando como enemigos de la cruz de Cristo y si no hay un arrepentimiento genuino y una entrega a Jesús, su final será perdición por cuanto solo dedicaron su vida y sus talentos a las cosas terrenales. *Como siervos de Dios sabemos que el Señor cuando partamos de este mundo hacia la eternidad, El transformará nuestro cuerpo terrenal a un cuerpo que sea semejante al de la gloria Suya y será por el poder de Dios (Filipenses 3:17-21). Cada día tenemos que tomar decisiones porque ellas darán un fruto de vida o de muerte y por eso nuestro diario caminar tiene que estar dirigido por la Palabra de Dios que es la Biblia. No debemos caminar por instinto, imaginación, sentimientos, costumbres, o tradiciones humanas, porque esa no es la voluntad de Dios. Cristo vino a la tierra a dar Su vida sin otro propósito más que por Su gran amor, los que crean en El puedan ser salvos y pasar la eternidad en Su gloria. Los que conocemos a Jesús como nuestro Salvador y Señor, invitemos hoy a las personas que aún no lo conocen para que rindan su vida y puedan disfrutar de estas promesas (Romanos 10:8-13). Y por la gracia de Dios que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Hambre y sed de la verdad

Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Juan 14:6 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Jesucristo nos dice en las Escrituras que Él es el Camino, la Verdad y la Vida, algo que parece tan sencillo pero que en realidad ninguna persona puede entender si el Espíritu Santo no se lo revela. En el evangelio de Juan se nos enseña también que la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Por lo tanto cualquier cristiano nacido de nuevo que quiera conocer más íntimamente a Jesús, tiene que profundizar en las escrituras pidiéndole al Señor que la Palabra le sea revelada en el tiempo y forma que Dios planeó para esta persona. Porque no es del que quiere ni del que corre sino de Dios que tiene misericordia (Romanos 9:15-16). No corramos el riesgo de ser endurecidos porque también esto lo puede hacer Dios (Romanos 9:18). El Apóstol Pablo también habló de que en estos últimos tiempos estaría en acción el misterio de la iniquidad y por lo tanto dicho espíritu saldría a engañar a los incrédulos y a los cristianos tibios para que se pierdan, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por eso Dios les envía un poder engañoso para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad sino que se complacieron en la injusticia (2 Tesalonicenses capítulo 2). *El Apóstol Juan también nos habla de que tenemos que amar de hecho y en verdad y no solamente de palabra y si amamos a nuestro prójimo ese va a ser nuestro mejor testimonio de que estamos caminando en la verdad y poniendo nuestro corazón en las manos de Jesús (1 Juan 3:18-19). Hoy es el día para venir a Cristo y entregarle tu corazón (Romanos 10:8-13). Y por la gracia de Dios que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Tiempo de decisión

Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia.
Deuteronomio 30:19 (LBLA)

Cambiador del Mundo: No debe cabernos la menor duda de que estamos viviendo en un momento determinante para el mundo pero sobre todo para el pueblo de Dios los cristianos nacidos de nuevo, el remanente que ha tomado en serio las profecías de la Biblia acerca de estos últimos tiempos, habladas por Jesús (Mateo capítulo 24). Moisés nunca entró a la tierra prometida porque Dios no lo se lo permitió, pero Moisés deja muy claro que el pueblo de Dios iba a tener que tomar una decisión de escoger la vida y rechazar la muerte, de tomar la bendición y no recibir la maldición, para que pudieran habitar en la tierra prometida ellos y su descendencia. Si lo hacían de otra manera, con toda seguridad morirían. Dios seguiría hablando al pueblo ahora a través de Josué pero todo Israel estaba obligado a escuchar su voz, porque esa sería la única manera de mantenerse vivos y no morir (Deuteronomio 30:20). *Muchas personas hoy aun llamándose cristianos, no terminan de tomar la decisión de consagrarse y por eso no han entrado a la tierra prometida espiritualmente hablando, lo que significa una familia llena de promesas, un trabajo lo suficientemente bueno para poder cubrir las necesidades y por supuesto una paz y gozo que no hay dinero con qué comprarlas, y es solamente porque Dios la da por Su gracia a quien El decide. Hoy es tu día de poder tomar una decisión que te otorgue la vida junto con tu descendencia y que puedas descansar en una nueva manera de vivir, que no va a estar guiada por tus pensamientos sino por la Palabra de Dios y una estrecha relación con El (Romanos 10:8-13). Y por la gracia de Dios que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

La recompensa de la humildad

Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes.
Santiago 4:6 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando la humildad de Jesús habita en una persona, provoca que se aparte de una manera radical de amar el mundo y todos sabemos que solamente si Cristo vive en nosotros podemos aspirar a una vida humilde conforme al propósito de Dios. Muchos de nosotros como cristianos nacidos de nuevo, podemos reconocer que antes de entregarnos a Cristo estábamos totalmente dependientes de la manera de vivir de una sociedad que se ha corrompido y que carece de valores. Pero solo hasta que conocemos la Palabra de Dios nos damos cuenta que estamos viviendo de una manera que no agrada a nuestro Creador. Vamos hoy a enfocarnos en el invaluable precio de nuestra salvación eterna, porque hoy no se trata de un asunto de economía sino de la máxima recompensa de Dios que es ser perdonados, salvados y pasar una eternidad en los cielos por la gracia de Dios. *La humildad nos permite someternos a Dios y resistir al enemigo de nuestra alma, porque solo así él huirá de nosotros. Si nos acercamos a Dios, entonces Él se acercará a nosotros y por Su gracia nos permitirá ser limpios de pecado y hacer a un lado todo doble ánimo que nos asechaba antes de Cristo y como regalo final El mismo purificará nuestros corazones (Santiago 4:7-8). Jesús quiere que aprendamos de El a ser mansos y humildes de corazón y hallaremos descanso para nuestra alma. (Mateo 11:29). Hoy es el día que entregues tu vida a Jesús si todavía no lo has hecho y lo declares tu Rey y Señor porque solo así gozarás de todas estas promesas de bendición eterna (Romanos 10:8-13). Y que por la gracia de Dios que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Jesús el labrador de nuestro huerto

Despierta, viento del norte, y ven, viento del sur; haced que mi huerto exhale fragancia, que se esparzan sus aromas. Entre mi amado en su huerto y coma sus mejores frutas.
Cantares 4:16 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La mayor promesa para un cristiano es que Jesús lo salva, le da vida eterna. Jesús toma el control de una vida que se ha entregado a Él y ese corazón de piedra lo cambia por un corazón de carne, que después Él lo prepara y lo cuida como un huerto al que su labrador le da una atención diaria y no lo abandona jamás. Los hijos de Dios debemos de atesorar en nuestro corazón, el que Jesús es el guardador de nuestro huerto, lo cuida y lo protege para que sea un huerto cerrado, fuente sellada, con unos renuevos como si fuera fruta escogida, con la fragancia del nardo, con olor a mirra, aloe y canela, como el aceite y los mejores bálsamos, regado por un pozo de aguas vivas, todas estas son las promesas del Señor cuando nosotros decidimos formar parte de la Iglesia de Cristo y nos volvemos Su prometida, la novia vestida de lino fino, que se casará con El en los cielos cuando se efectúen las Bodas del Cordero (Cantar de Cantares capítulos 4 y 5). Cuando los cristianos atesoran en su corazón estas promesas, su vida es transformada porque ya no buscan la aprobación del mundo ni de los hombres, sino la de Jesucristo de acuerdo a Su Palabra que es la Biblia. Para Jesús somos esa tierra que Él ha limpiado del pecado de este mundo, la ha regado con agua viva, con el poder de Su Espíritu Santo, y ahora muchos podemos decir todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13). Hoy es tu día de ser un huerto para Jesús si le abres tu corazón y lo invitas a ser tu Rey y Señor (Romanos 10:8-13). Y por la gracia de Dios, Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57).

Jesús nuestro guardador

El Señor es tu guardador; el Señor es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.
Salmos 121:5-6 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La Biblia tiene que ser escudriñada por los hijos de Dios, porque ella es nuestro manual de vida y ahí están escritas todas las promesas que una persona cristiana puede recibir cuando su fe y esperanza están puestas en Jesús su guardador. El Señor nos dice que siempre levantemos nuestros ojos a los cielos porque solamente de El vendrá nuestro socorro y no permitirá que nuestro pie resbale y tampoco nos desatenderá el que ha prometido llevarnos a la vida eterna. Porque en Cristo Jesús tenemos salvación, perdón de pecados y palabra de vida eterna. A lo largo de la Biblia, podemos encontrar que Dios es el que guarda nuestra alma así como nuestro corazón, el que quiere llevarnos de la mano para que nuestras salidas y entradas sean seguras desde ahora y para siempre. Y es precisamente por eso que las Escrituras no pueden ser un libro más para nosotros ni tampoco un pasatiempo para practicar lectura, porque eso no le agrada a Dios (Salmos 121). Cuando venimos a Jesús estamos totalmente perdidos en cuanto a cómo lograr y alcanzar la santidad que ofrece Cristo. Quizá en algún momento de nuestra vida antes de ser verdaderos cristianos alguien nos predicó con la Biblia pero por supuesto que sin el Espíritu Santo de Dios en nosotros, en ese momento no entendimos nada. *Demos gracias a Dios porque Él es bueno y para siempre Su misericordia. El hoy te invita a que seas libre de tu angustia e invoques el Nombre de Jesús para ser salvo y gozar de vida eterna (Salmos 118). Y por la gracia de Dios que nuestro Señor Jesucristo sea nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.