Nadie nos desvíe de nuestro llamado en Cristo

Y cuidad de hacer tal como el Señor vuestro Dios os ha mandado; no os desviéis a la derecha ni a la izquierda. Andad en todo el camino que el Señor vuestro Dios os ha mandado, a fin de que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer.
Deuteronomio 5:32-33 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El llamado que Dios hace a quien Él quiere, va a ser objeto de mucha oposición y ataques para tratar de desviar a esa persona del propósito eterno al que Dios le ha llamado. *En los versículos de hoy, se nos exhorta a seguir firmemente las palabras que Dios dicte sobre nosotros los cristianos que hemos nacido de nuevo y que por ninguna razón nos apartemos ni a la derecha ni a la izquierda, porque eso dará como fruto que vivamos muchos años y que nos vaya bien en todo lo que hagamos. El caminar escuchando la voz de Dios, demandará de nosotros ser personas de oración y de estar constantemente buscando escuchar a Dios a través de Su Palabra, que por supuesto es la Santa Biblia. No escuchemos voces de personas que no tienen testimonio pero que si quieren que nosotros andemos con ellos y sigamos sus consejos y obviamente hemos leído que caminar con incrédulos es caminar en necedad y destrucción (1 Corintios 15:33). Pero recordemos que el principal enemigo de nuestro caminar será nuestro corazón, por lo que urge que lo entreguemos a Dios para que El ponga uno nuevo de carne y nos llene de Su Espíritu Santo para andar en vida nueva y en el propósito eterno de Dios (Ezequiel 36:26-27, Romanos 6:1-13). Hoy es el día de que te acerques a Dios sí aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Que por la gracia de Dios seamos llenos de la vida de Cristo en nosotros porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Proclamando siempre la Palabra de Dios

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sión: Tu Dios reina! Isaías 52:7 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Nuestro Señor Jesucristo nos enseña en los evangelios que nada ni nadie lo detuvo de siempre estar hablando la Palabra de Dios, y eso provocaba que mucha gente escuchara Sus promesas y se acercaran a Él. Nosotros como cristianos nacidos de nuevo, también debemos saber que Jesús nos dio la encomienda de ir hasta el último rincón de la tierra predicando el evangelio y haciendo discípulos y eso es precisamente lo que vamos a hacer si en verdad estamos convertidos a Cristo (Mateo 28:19-20). Antes de entregarnos a Jesús nuestra vida estaba llena de amargura y pesimismo en la mayoría de los casos y no sabíamos hablar lo bueno ni aun para nosotros mismos, pero hoy podemos pedirle al Señor que nos ayude a renunciar a estar hablando con pesimismo y auto declarando palabras de destrucción y muerte porque eso no edifica ni nos traerá ninguna esperanza. *Hermosos son los pies de los que anuncian las buenas nuevas que producen paz en los corazones de los oyentes y tienen la promesa de la salvación eterna que en Cristo Jesús recibe el que se entrega a Él. Si nos llenamos de las promesas escritas en la Biblia, nuestro hablar impactará las naciones y pondremos un granito de arena para tratar de contra restar la destrucción de este mundo. Hablemos lo que edifica y que sean gratas nuestras palabras hasta lograr que muchos deseen escuchar nuestra predicación de las buenas nuevas de Cristo. Si todavía no conoces a Jesús, pídele hoy que entre a tu corazón para que recibas salvación y vida eterna (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios nos ha sido dada para cambiar este mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Tiempo de llorar y tiempo de reír

Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar. Eclesiastés 3:1-4 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Todo tiene su tiempo aquí en la tierra y debajo del cielo y por eso es necesario que toda persona pueda reconocer la época que le está tocando vivir y revisar con la Palabra de Dios si está viviendo conforme a la voluntad del Altísimo, con la esperanza de que un día estará en los cielos para recibir su corona y pasar la eternidad con El. Con tristeza vemos que el mundo continuamente rechaza el sacrificio de Jesús en la cruz y aun hace burla y escarnio contra la Iglesia de Cristo que está tratando de vivir una vida bajo la gracia, amor y promesas del Hijo de Dios. El mundo cree que los setenta u ochenta años de vida aquí en la tierra, será todo el tiempo que tiene el hombre para vivir y que después todo se acabará. Pero la Biblia no dice eso porque todos aun los cristianos nos presentaremos delante del Tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10) y los no cristianos al Juicio del Trono Blanco de Dios (Apocalipsis 20:11-15), y ahí cada quien dependiendo de su decisión aquí en la tierra dará cuenta de su vida y recibirá su justa recompensa, unos para vida eterna y otros para condenación y muerte eterna. *Por lo tanto aprendamos como cristianos nacidos de nuevo a reír y a disfrutar nuestro paso por esta vida caminando con Cristo y aspirando a una eternidad en Su presencia. Hoy es el día de tomar la decisión (Romanos 10:8-13). Que la gracia de Dios nos dirija para que Cristo sea por siempre en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria para cambiar el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Leamos la Biblia con un corazón nuevo

Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne.
Ezequiel 11:19 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Dios estaba hablando a Israel a través del Profeta Ezequiel exhortándoles a que se arrepintieran y a que honraran Su Palabra la cual por muchos años habían desechado y por eso ya no estaban habitando en su tierra y estaban cautivos de sus enemigos. El Señor prometió darles un corazón nuevo, también un espíritu nuevo, quitando el corazón de piedra de ellos para que caminaran y guardaran Su estatutos y decretos y el Señor los volviera a tomar como Su pueblo para ser nuevamente su Dios. Esta misma oportunidad tenemos ahora todas las personas que habitan la tierra, entregarnos a Jesús para que El quite nuestro corazón de piedra y cambie nuestro espíritu adánico poniendo un espíritu nuevo y llenándonos de Su Espíritu Santo para que también nosotros desechemos el deseo de pecado y la idolatría que gobierna una vida cuando no se ha entregado a Cristo. Esa idolatría puede ser a las cosas o peor aún a nosotros mismos, a nuestro Yo que quiere gobernarnos por encima del consejo de Dios. Leer la Biblia con un corazón nuevo es dejar de razonar lo que Dios habla y promete y empezar a creer ciegamente en Sus promesas y cumplir Su voluntad con un sí y amén. *Solamente por la gracia de Dios los que no somos judíos de nacimiento, se nos ha permitido tener la misma oportunidad de ser salvos y ser el pueblo del Altísimo. Por lo tanto, no desaprovechemos este regalo que incluye nuestra eternidad en los cielos con el Hijo de Dios nuestro Señor Jesucristo. Hoy es el día de pedirle a Jesús ese corazón y espíritu nuevo (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Es tiempo de amar

Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

1 Juan 4:11-12 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Tenemos que llegar a la conclusión que todos los cristianos nacidos de nuevo, fuimos escogidos y llamados para amar a Dios en primer lugar y después a nuestro prójimo, porque en esto se resume toda la Ley de Dios (Mateo 22:34-40). El Apóstol amado de Jesús fue Juan y este siempre escribió en sus cartas acerca de amar y ser amados, señalando que en el amor no hay temor porque el perfecto amor echa fuera el temor. El temor lleva en sí castigo, por lo tanto el que teme todavía no ha sido perfeccionado en el amor (1 Juan 4:17-18). Nuestro cristianismo inicia fruto del gran amor de Jesús por toda la humanidad que lo llevó a dar Su vida por el pecado del mundo y esto fue un acto de amor para dar oportunidad a todo aquel que crea en El, sea salvo (Juan 3:16). *Escudriñar la Biblia y tomar nota de los versículos que hablan del amor, tiene que ser una prioridad para los verdaderos hijos de Dios. Aprender a amarnos unos a otros provoca que Dios permanezca en nosotros y que Su amor haga una obra perfecta en nuestra vida (1 Juan 4:12). Aun el Apóstol Pablo nos exhorta para que todo nuestro caminar en Cristo sea acompañado del amor ágape de Dios, el que lo da todo sin pedir nada a cambio (1 Corintios 13:1-8, 13). El verdadero amor provoca que uno de su vida por sus amigos (Juan 15:13). Un nuevo mandamiento nos dejó Jesús, que nos amemos como Él nos ama (Juan 15:12) Hoy es el día de venir a Jesús y aprender a amar como Él nos ama (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.

Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes

Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes, y nuestras hijas como columnas de esquinas labradas como las de un palacio.

Salmos 144:12 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando venimos a Cristo y rendimos nuestra vida a Él, todas nuestras generaciones serán alcanzadas por Su amor, gracia y misericordia y nuestros hijos e hijas disfrutarán de todas las promesas de las que la Biblia habla por causa de unos padres que le dieron su vida a Dios. La urgencia que debemos tener como esposo y esposa, es entregarnos a la voluntad de Dios y no demorar más porque este es el deseo y el corazón del Señor, que todos vengamos al arrepentimiento y empecemos a disfrutar de días de refrigerio (Hechos 3:19). En el Nuevo Testamento empezando desde los Evangelios, podemos leer que Dios envió a Su Hijo unigénito a la tierra para que todo aquel que en El creyere no se pierda más tenga vida eterna, porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. El que en El cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del unigénito Hijo de Dios. No seamos de aquellos que rechazan la luz que es Cristo, porque El vino al mundo para echar fuera las obras de las tinieblas. El corazón de Dios es que nosotros practiquemos la verdad y vengamos a la luz, para que sean manifiestas todas nuestras obras y le den gloria y testimonio a Dios (Juan 3:16-21). Démosle hoy a Jesús nuestra alabanza y toda la gloria y honra por cuanto El no escatimó su vida para permitir que seamos salvos nosotros y nuestra casa, solamente por habernos arrepentido de todos nuestros pecados, confesándoselos a Él y por invitarlo a nuestro corazón para que sea nuestro Rey y Señor para siempre y esta decisión también alcanzará hasta mil generaciones (Romanos 10:8-13, Deuteronomio 7:9). Cristo en nosotros la esperanza de gloria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27). Aleluya.

Escapando del espíritu de condenación

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: El devocional del día de hoy podrá cambiar para siempre nuestra manera de pensar y establecer en nosotros lo que las Escrituras nos hablan acerca de que en Cristo Jesús los que caminan conforme a Su Palabra, aman y temen Su Nombre, a estos Dios mismo los ha librado de la Ley del pecado y de la muerte porque ahora en Cristo los que hemos nacido de nuevo, servimos a la Ley del Espíritu de vida. Lo que la Ley no pudo hacer por la humanidad (salvarla), porque somos débiles por causa de nuestra carne, Dios lo hizo al enviar a Su Hijo en semejanza de carne de pecado condenando todo el pecado en la carne para que la Ley se cumpliera en nosotros. Los que nos hemos entregado verdaderamente a Jesús, hemos renunciado a la vida de tiniebla y pecado que llevábamos, hemos rechazado seguir caminando conforme a la carne y a la maldad de este mundo, ahora vivimos conforme al Espíritu de Dios en nosotros, el cual recibimos por la gracia que en Jesús nos fue dada. Nosotros como cristianos e hijos de Dios hemos renunciado a poner nuestra mente en los asuntos de la carne y ahora la hemos puesto en las cosas del Espíritu y por eso es que gozamos de vida y paz y hemos sido librados de las asechanzas de la muerte. Recordemos que los que piensan en la carne son enemigos de Dios porque la carne no se puede sujetar a la Ley de Dios y los que están en la carne no pueden agradar a Dios (Romanos 8:2-8). *Por lo tanto renunciemos totalmente a la carne y vivamos con amor y temor reverente a Dios para caminar en el Espíritu y recibir vida eterna (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por gracia cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

¿Discípulos o Seguidores?

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?  Lucas 9:23-25 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Hoy nosotros entenderemos que no es lo mismo ser un discípulo de Cristo que solamente un seguidor, ya que el verdadero discípulo está pagando el precio de su llamado, esta cargando su cruz, que se puede entender como el hecho de que ha tomado la decisión de no vivir para sí mismo y está diariamente siguiendo a su Maestro que es Jesús.
El desafío con el que vive un discípulo de Cristo es la asechanza de este mundo sobre su vida, para tentarlo y ofrecerle al igual que sucedió con Jesús los tesoros y las riquezas temporales que no tendrán ningún valor ni siquiera se podrán llevar el día que nos presentemos ante el tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10, Romanos 14:10).
Las últimas palabras de Jesús a los Apóstoles fueron que predicaran el Evangelio e hicieran discípulos por todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que obedecieran todas las cosas que Jesús les había mandado (Mateo 28:19-20).
*No seamos pues solamente seguidores ni de los que asistimos a la iglesia una vez por semana por interés personal, ni por curar nuestra conciencia, porque el Señor mira nuestros corazones y nuestras verdaderas intenciones y aprendamos que ni siquiera el diezmar nos hace discípulos, sino solamente un verdadero arrepentimiento, conversión y una entrega que nos consagre a Jesús.
Hoy es el día de dejar de ser seguidores y pedirle a Jesús que Su gracia nos trasforme en Sus verdaderos discípulos (Romanos 10:8-13).
Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Nadie nos desvíe de nuestro llamado en Cristo

Y cuidad de hacer tal como el Señor vuestro Dios os ha mandado; no os desviéis a la derecha ni a la izquierda. Andad en todo el camino que el Señor vuestro Dios os ha mandado, a fin de que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer.
Deuteronomio 5:32-33 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El llamado que Dios hace a quien Él quiere, va a ser objeto de mucha oposición y ataques para tratar de desviar a esa persona del propósito eterno al que Dios le ha llamado. *En los versículos de hoy, se nos exhorta a seguir firmemente las palabras que Dios dicte sobre nosotros los cristianos que hemos nacido de nuevo y que por ninguna razón nos apartemos ni a la derecha ni a la izquierda, porque eso dará como fruto que vivamos muchos años y que nos vaya bien en todo lo que hagamos. El caminar escuchando la voz de Dios, demandará de nosotros ser personas de oración y de estar constantemente buscando escuchar a Dios a través de Su Palabra, que por supuesto es la Santa Biblia. No escuchemos voces de personas que no tienen testimonio pero que si quieren que nosotros andemos con ellos y sigamos sus consejos y obviamente hemos leído que caminar con incrédulos es caminar en necedad y destrucción (1 Corintios 15:33). Pero recordemos que el principal enemigo de nuestro caminar será nuestro corazón, por lo que urge que lo entreguemos a Dios para que El ponga uno nuevo de carne y nos llene de Su Espíritu Santo para andar en vida nueva y en el propósito eterno de Dios (Ezequiel 36:26-27, Romanos 6:1-13). Hoy es el día de que te acerques a Dios sí aún no lo has hecho (Romanos 10:8-13). Que por la gracia de Dios seamos llenos de la vida de Cristo en nosotros porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Proclamando siempre la Palabra de Dios

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sión: Tu Dios reina! Isaías 52:7 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Nuestro Señor Jesucristo nos enseña en los evangelios que nada ni nadie lo detuvo de siempre estar hablando la Palabra de Dios, y eso provocaba que mucha gente escuchara Sus promesas y se acercaran a Él. Nosotros como cristianos nacidos de nuevo, también debemos saber que Jesús nos dio la encomienda de ir hasta el último rincón de la tierra predicando el evangelio y haciendo discípulos y eso es precisamente lo que vamos a hacer si en verdad estamos convertidos a Cristo (Mateo 28:19-20). Antes de entregarnos a Jesús nuestra vida estaba llena de amargura y pesimismo en la mayoría de los casos y no sabíamos hablar lo bueno ni aun para nosotros mismos, pero hoy podemos pedirle al Señor que nos ayude a renunciar a estar hablando con pesimismo y auto declarando palabras de destrucción y muerte porque eso no edifica ni nos traerá ninguna esperanza. *Hermosos son los pies de los que anuncian las buenas nuevas que producen paz en los corazones de los oyentes y tienen la promesa de la salvación eterna que en Cristo Jesús recibe el que se entrega a Él. Si nos llenamos de las promesas escritas en la Biblia, nuestro hablar impactará las naciones y pondremos un granito de arena para tratar de contra restar la destrucción de este mundo. Hablemos lo que edifica y que sean gratas nuestras palabras hasta lograr que muchos deseen escuchar nuestra predicación de las buenas nuevas de Cristo. Si todavía no conoces a Jesús, pídele hoy que entre a tu corazón para que recibas salvación y vida eterna (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios nos ha sido dada para cambiar este mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.