La familia de Jesús

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
Mateo 12:46-50 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Estos son algunos de los versículos más controversiales y es porque María la madre de Jesús y sus hermanos estaban afuera de donde El predicaba y querían hablarle. Pero Jesús al escuchar de la presencia de ellos, preguntó: Quiénes son mi madre y mis hermanos, después señaló a las personas que estaban escuchando y los presentó como Su madre y Sus hermanos, además agregó que desde el momento que una persona se entrega a servir a Dios haciendo la voluntad de Él, es que entonces empieza a formar parte de la familia de Jesús.
Cristo quería que todos incluyendo Sus familiares, entendieran que Él era el Mesías, y eso sucedió hasta el final de Su tiempo aquí en la tierra. En los Evangelios hay un intercambio un poco fuerte de palabras entre Cristo y Sus hermanos de sangre que estaban hablando acerca de asistir a una festividad en Judea, ya que los judíos procuraban matarle. Pero El no quiso ir y les explicó el por qué a Sus hermanos, mas estos no creían en El (Juan 7:1-8). *Por eso nosotros caminamos como hijos de Dios y hemos abierto nuestro corazón para que él Sea nuestro Rey y Señor y también lo puede hacer contigo y entonces serás parte de la familia de Jesús (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Abracemos las promesas de Dios

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Este versículo representa la promesa que salvó mi vida hace veinticinco años. Y lo recibí con toda mi alma y mi corazón y Dios me otorgó batalla por batalla en todo ese tiempo las más grandes victorias que un ser humano puede alcanzar, como fueron la restauración de mi vida y de mi relación con Jesús, la restauración de mi matrimonio y familia pero sobre todo mi llamado como hijo de Dios para servirlo hasta hoy como un Pastor, Evangelista y Escritor. Estas mismas promesas están hoy vigentes para tu vida y tú también puedes disfrutar de una relación con Jesús, dando la vuelta de 180º y caminando en una vida nueva llena de la santidad de Dios y de Su amor, fe y esperanza.
Entregarse a Jesús nos lleva a ver la vida de una manera como nunca antes la habíamos visto y aunque vengan problemas, ahora sabemos que Dios está con nosotros y El peleará también nuestras batallas (Éxodo 14:14). *Cristo en nosotros como dijo Pablo, es el que nos llena de esperanza, de Su poder, de Su Espíritu y nos convierte no solamente en Sus siervos sino que ahora somos Templo de Su Espíritu Santo (2 Corintios 6:16). Buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia, es poner a Cristo y Su Palabra por encima de todo y que no haya nada ni nadie que nos impida caminar para siempre bajo esta decisión. Recostarse como el Amado Apóstol Juan en los brazos de Jesús, nos dará seguridad y empezaremos a pensar, hablar y actuar conforme al corazón de Dios y ya nunca más anhelaremos lo que el mundo ofrece. Cristo te ama y quiere salvarte y abrazarte para que empieces una nueva vida creyendo en El (Romanos 10:8-13, Juan 14:3). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Todo lo que respira alabe al Señor

Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta. Alabadle con címbalos sonoros; alabadle con címbalos resonantes. Todo lo que respira alabe al Señor. ¡Aleluya!

Salmos 150:4-6 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Estos son los últimos tres versículos de todo el libro de los Salmos, y es como un resumen donde se nos invita como hijos amados de Dios a alabarle con pandero y danza; con cuerdas y flautas, con címbalos resonantes, con címbalos de júbilo y que todo lo que respire alabe al Señor. Si queremos mantener una vida y tener intimidad espiritual con Dios, no se nos puede pasar ni un solo día alabar Su Nombre, reconocer Su grandeza, declarar Su poder y exaltando a Dios con nuestros labios, dándole gloria porque Él es bueno y para siempre es Su misericordia. Cada cristiano nacido de nuevo, pudiera escribir varios libros de su testimonio, de dónde estaba antes de Cristo, cuál fue la situación específica que le provocó entregarse a Él, y el giro de 180º que con toda seguridad ha dado su vida a partir de su conversión. Dios siempre contesta las oraciones de un corazón quebrantado, lo triste es que muchos de ellos es que después de la respuesta del Altísimo se apartan, y esto es por la sencilla razón de que salieron del mundo, pero no sacaron el mundo de su corazón y por eso al ver algún tipo de prosperidad y bendición, mantienen la inclinación y tentación de ir a derrochar su provisión otra vez al lugar de donde Dios los había sacado. Finalmente el Apóstol Pedro nos habló de esto, de no volver atrás, porque el postrer estado viene a ser peor que el primero y es una tristeza ver como familias y personas que fueron sanadas en su espíritu, flaquean sin ninguna necesidad. Recordemos que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y Dios pone el querer como el hacer por Su buena voluntad. Por lo tanto alabemos a Dios, sabiendo que Cristo en nosotros será siempre nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (2 Pedro 2:20-22, Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.

Si los pecadores te quieren seducir, no consientas

Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no consientas.

Proverbios 1:10 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Este versículo del Proverbio 1 de la Biblia, va relacionado con muchos más versículos y esto es una seria advertencia para todos nosotros los que nos hemos entregado a Cristo y por lo tanto somos hijos de Dios (Juan 1:12). Cuando uno se entrega al Señor sin lugar a dudas, algunas amistades del mundo y aun otros que no conocemos, van a tratar de pedirnos que sigamos caminando en tinieblas, en negocios que ya en Cristo, no van de acuerdo al Evangelio, pidiéndonos que tomemos ventaja de gente inocente. Porque recordemos que muchos que salimos de esas situaciones sabemos que todo es real y que vivíamos atropellando y pasando por encima de personas que querían trabajar con nosotros. La asechanza siempre va a ser continua sobre los hijos de Dios y la invitación a hacer riquezas de toda clase y a llenar nuestras casas de despojos, tampoco se va a detener, el enemigo va a venir a querer seducirnos pero el Señor nos habla como a hijos Suyos, que no andemos más en camino con ellos, que apartemos nuestros pies de sus veredas, porque los que no tienen a Cristo en su corazón corren siempre hacia el mal, y van presurosos para tomar ventaja del inocente, tampoco se detienen en tirar su red para atrapar a los que no terminan de levantar los ojos al cielo y que no están firmes en la fe, porque ese es el destino y las sendas de todo el que es dado a la codicia que por cierto esta quita la vida de sus poseedores (Proverbio 1:11-19). Por lo tanto ahora que nosotros estamos leyendo la Palabra de Dios y se nos ha exhortado a pedirle a Dios que nos aparte de toda persona a la que después de hablarle y predicarle en muchas ocasiones rechazan el Evangelio, pero si quieren que nosotros sigamos acompañándolos a sus reuniones del mundo, a esos tristemente hay que evitarlos, como Pablo mismo le enseñó a Timoteo (2 Timoteo 3:5). Cristo en nosotros es nuestra única esperanza de alcanzar la victoria y poder cambiar el mundo (1 Corintios 15:57, Colosenses 1:26-27). Aleluya.

Pidamos a Dios Su sabiduría

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:35-37 (RVR1960).

Cambiador del Mundo: Jesús hizo mucho énfasis en sus predicaciones de querer separar lo bueno de lo malo, e inclusive reprendió a los fariseos y religiosos, a los que llamó generación de víboras, y les reclamó acerca de su hipocresía de querer hablar lo bueno siendo malos, reafirmándoles que de la abundancia del corazón habla la boca, y por lo tanto si alguien está lleno de maldad, de su boca no saldrán palabras buenas (Mateo 12:34).
Leer hoy este devocional, debe de resaltarnos la importancia de hablar con sabiduría a lo largo de nuestra vida y quitar de nuestros labios todas las palabras ociosas, que son aquellas que no edifican el Reino de Dios, ni traen esperanza para que cualquier persona que se arrepiente pueda ser salva. Por eso es necesario pasar tiempo deleitándonos en las Escrituras y ser como árboles plantados junto a corrientes de aguas que dan buen fruto y sus hojas no caen, y todo lo que hace prosperará. No así los malos que son como la hierba seca con espinos que arrebata el viento y no pueden ser de ayuda a nadie (Salmos 1:1-4).

*Busquemos siempre palabras conforme al corazón de Dios, para que podamos ser luz en medio de las tinieblas de este mundo y poder ser justificados y ser de bendición a otros para que también ellos puedan ser salvos en el día del juicio. Cristo te ama y está tocando a tu puerta para traerte salvación y vida eterna (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13) Aleluya.

La diferencia entre lo bueno y lo malo

O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
Mateo 12:33 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Las palabras de este versículo, no serán reveladas a una persona hasta que tenga un encuentro personal con Jesús. De hecho cuando se le habla por primera vez de Jesús, normalmente contesta: yo soy bueno; aunque están a la vista sus frutos malos, y el problema es que esa persona cree que la vida es así y que es lo mejor que ella puede hacer, y por una parte es verdad, porque la única persona que puede sanar una vida y una familia es Jesucristo. Ahora bien ¿Cómo vamos a saber que algo es bueno o es malo si no lo analizamos conforme a la Biblia qué es la Palabra de Dios? Por supuesto que es requisito indispensable conocer a Jesús íntimamente, arrepentirnos de todos nuestros pecados, declarárselos a Él y pedirle perdón, e invitarlo a nuestro corazón para que a partir de ese momento, Él nos de Su Espíritu Santo para poder caminar en vida nueva y conforme a Su Palabra. *Cuando Jesús toma el lugar de Rey y Señor en la vida de una persona, se abren los ojos y los oídos espirituales y se comienza a entender qué es lo bueno y qué es lo malo, qué es la luz y cuáles son las tinieblas, qué es la vida eterna y qué es la condenación eterna, porque esto solamente el Espíritu Santo nos lo puede revelar. Hoy es el día de amar lo bueno y para eso tenemos que abrir nuestro corazón a Jesús, para ser perdonados y salvos (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

Evitemos una casa dividida

Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Mateo 12:25 (RVR1960)

Cambiador del Mundo: Este versículo debe de impactarnos grandemente en nuestro corazón, porque todos podemos reconocer que antes de ser cristianos nacidos de nuevo, vivíamos en casas divididas separadas y sin ninguna esperanza. El esposo contra la esposa peleaban incesantemente por imponer su voluntad, dañando su relación matrimonial y por supuesto su relación con los hijos.
Sin Cristo no hay ninguna oportunidad de reconciliar verdaderamente ese matrimonio y familia, porque tristemente a ningún ser humano le gusta ceder en lo que él considera su verdad y como tampoco tienen ellos la Biblia como su verdad absoluta de vida, entonces pelean hasta terminar regularmente en un divorcio pasando antes por la violencia doméstica.
Pero normalmente cuando alguno de los dos se convierte a Cristo, sea el esposo o la esposa, y el testimonio de ellos empieza a cambiar, ahí se derrama el poder de Dios y de Su Espíritu Santo y empiezan a haber cambios que terminan con una casa dirigida por Jesús.
*Desde el libro de Génesis Dios responsabilizó al hombre de todo el manejo del huerto y después le trajo a su mujer, porque no era bueno que el hombre estuviera solo, pero por la falta de carácter de Adán se perdió todo en el huerto. Ahora en Cristo cualquiera de los hombres que se rinda a Él, puede recibir un milagro de parte de Dios para restaurar su hogar y para restituir a su esposa y a sus hijos, porque esa es la puerta para que los cielos se abran para ese hogar.
Cristo quiere que seamos mansos y humildes y sinceramente le pidamos que sea nuestro Rey y Señor (Romanos 10:8-13).
Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.

El temor del Señor es el principio de la sabiduría

El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.

Proverbios 1:7 (LBLA)

Cambiador del Mundo: A lo largo de todo el libro de Proverbios se hace mucho énfasis de que toda persona tiene que buscar la sabiduría del Altísimo, porque ésta es el principio para que un cristiano pueda honrar y respetar el Nombre de Dios. Este temor que señala la Biblia no es de miedo sino como dijimos, de amor y de honra, con una voluntad que en verdad quiera agradar en todo a Dios, y por esa razón decide ponerse en las manos de su Creador. Pero los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza, y muchos de nosotros somos fieles testigos de todo eso, porque antes de ser cristianos nacidos de nuevo, también nosotros pensábamos, hablábamos y actuábamos con insensatez, porque era lo único que sabíamos hacer. Gracias a Dios por Cristo que vino a la tierra a dar Su vida por amor de todos, para que aquellos que crean en Su Nombre, no se pierdan, sean salvos y tengan vida eterna. Nosotros tenemos que dar testimonio como hijos de Dios y estar llenos de Su Palabra porque eso abrirá muchas puertas de bendición que antes no conocíamos y mucho menos entendíamos y también cerrará muchas puertas de maldición, que tampoco conocíamos ni evitábamos, porque antes de conocer a Jesús íntimamente y entregarnos a Él, hasta hacerlo nuestro Rey y Señor, nos dejábamos dirigir por todas las enseñanzas torcidas de este mundo y fue un verdadero milagro que un día decidiéramos recibir a Jesús en nuestro corazón, porque muchos de nosotros andábamos endurecidos y sumamente lejos de Su voluntad y lo peor de todo, que hasta nos sentíamos buenos y dignos de ir al cielo cuando muriéramos. Así que gracias a Dios por Cristo, porque en El hallamos el perdón de nuestros pecados y vida eterna y en El estamos seguros, porque ahora dependemos totalmente de Su amor, gracia, esperanza y misericordia, porque Él es en nosotros nuestra victoria y con El vamos a cambiar el mundo (1 Corintios 15:57, Colosenses 1:26-27, Romanos 10:8-13). Aleluya.

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; porque guirnalda de gracia son para tu cabeza, y collares para tu cuello.

Proverbios 1:8-9 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Es una prioridad que los hijos escuchen la instrucción de su padre y de su madre, porque eso les dará larga vida y Dios los hará prosperar en todas las cosas (Efesios 6:1-3). Cuánto más nosotros los que hemos nacido de nuevo como cristianos y que tenemos a Cristo viviendo en nuestro corazón necesitaremos más cada día de la gracia de Dios y del trabajo de Su Espíritu Santo en nuestra vida, para poder caminar conforme a Su voluntad. El Apóstol Pablo en su carta a los Filipenses, nos enseña que Dios es el que produce en nosotros el querer como el hacer por Su buena voluntad (Filipenses 2:13) y el mismo Pablo en su carta a los Romanos nos enseña también que no es del que quiere ni del que corre sino de aquel del que Dios tenga misericordia. Igualmente leemos que al quiere endurecer, endurece y ese es el peligro, que nosotros estemos indiferentes a Dios y perdamos esa intimidad de buscarlo de día y de noche para que como hijos amados, también nosotros recibamos larga vida y cielos abiertos que El ofrece a los que le aman ( Romanos 9:15-18, Joel capítulo 2). Cada vez que leemos la Palabra de Dios, esta brillará como un diamante y nos revelará muchas cosas que quizá en el principio de nuestra relación con El, no nos percatábamos ni entendíamos, pero ahora nosotros debemos procurar escuchar a Dios porque Él siempre nos está hablando a lo largo de todas las Escrituras de la Biblia. Pidámosle hoy a Dios que nos haga aptos para toda buena obra, porque esta es Su voluntad y es lo que le agrada por medio de Cristo en nosotros, para que Él se lleve la gloria por siempre. Vamos a cambiar el mundo (Hebreos 13:20-21). Aleluya.

Derramaré mi espíritu sobre vosotros

¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento? Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.

Proverbios 1:22-23 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Dios desea un pueblo cristiano que deje la simpleza y que camine con temor reverente, santo y puro porque es la única manera de evitar que se nos acerquen burladores e insensatos que siempre están atacando nuestra fe y nuestro íntimo caminar con Dios. En este proverbio el Señor nos exhorta a regresar a Su reprensión, y esto solamente sucederá cuando pasamos tiempo leyendo Su Palabra y tomando todo el mensaje en nuestro corazón, para no dejarlo solamente en nuestra mente, porque es en ese momento que el Señor derrama Su Espíritu sobre nosotros y nos da la revelación de Sus Palabras, por eso la importancia de estar meditado en las Escrituras de día y de noche (Salmos 1:1-3). Cuando Cristo entra a un corazón manso y humilde que tiene hambre y sed de conocerle y de caminar con El, a partir de ese instante, se empieza a derramar la gloria de Dios en esa vida y por supuesto que un cristiano verdadero no estará buscando beneficiarse de Dios y exigiéndole milagros y señales como hacían los fariseos en esa época, sino que solamente buscará poner al Señor en el primer lugar de su vida y amarlo con todo su corazón. No hay duda que cuando una persona vive para Dios, es porque ha dejado que Dios viva en él, y como dijo el Apóstol Pablo también declara: ya no vivo yo, más Cristo vive en mí, y lo que ahora vivo lo hago en la fe del Hijo de Dios (Gálatas 2:20). Por lo tanto podemos refrescar nuestro amor a Dios, descansando en sus brazos a través de nuestra búsqueda incondicional de Su presencia. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.