La Bendición del Señor

La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Este versículo bíblico debiera ser memorizado por cada cristiano nacido de nuevo porque le traería una visión más clara acerca de quién es Dios y cómo cuando El bendice, enriquece en todas las áreas de la vida y no hay ninguna tristeza cuando Dios se mueve a favor de Sus hijos. Pero si las personas no conocen estas promesas bíblicas, con toda seguridad las vivirán afanadas, en qué comerán, o cómo se vestirán, o dónde habitarán, y por supuesto que su día se consumirá en esos tres pensamientos. Pero nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio de Mateo, habló de que nadie puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. Pero no se puede servir a Dios y a las riquezas. Él mismo también nos aclara que cuando somos hijos de Dios, y tenemos fe en Su Palabra, no debemos preocuparnos de nuestra vida, ni qué comeremos ni qué vestiremos, porque El cuida aun de las aves de los cielos y todas ellas comen porque nuestro Padre Celestial las alimenta, y nosotros Sus hijos somos mucho más valiosos que ellas. También habló acerca de la ropa y aconsejó que la gente no se afane con eso, porque tenemos ejemplo en los lirios del campo que no trabajan ni hilan, y ni aun Salomón se vistió con toda la gloria de ellos. Por lo tanto no nos afanemos absolutamente de nada, sino busquemos primeramente el Reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas nos serán añadidas por nuestro Padre Celestial (Mateo 6:24-34). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios, hemos recibido para hacer discípulos para Su Reino y para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

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El hombre justo no padecerá hambre

Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. El Señor no permitirá que el justo padezca hambre, pero rechazará la avidez de los impíos.
Proverbios 10:2-3  (LBLA)

Cambiador del Mundo: El Señor nos da aquí una seria advertencia para no ir en busca de tesoros mal adquiridos, porque no serán de provecho, pero el hombre justo será guardado, y librado de la trampa de la codicia y de la muerte. Dios guardará de todo mal al hombre justo y no permitirá que padezca hambre, mas para el impío no habrá esperanza a menos que se arrepienta y se entregue a su Creador.
Desde el principio de la humanidad el hombre ha tenido problemas por querer hacer lo que quiere y no lo que Dios le manda. Podemos leer en el libro de Génesis en los primeros tres capítulos todo lo que Dios hizo en la creación del mundo y de lo que habita en él, y cuando llegamos a la historia de Adán, Dios le había entregado toda la tierra, y le había puesto en el huerto para que cuidara de él, con la promesa de darle una ayuda idónea que en su caso fue Eva.
Le entregó todas las reglas de cómo administraría su trabajo y qué comería y qué no comería, y su única restricción fue un árbol llamado de la ciencia del bien y del mal.
Teniéndolo todo quiso lo que le habían prohibido, y el fruto fue muerte espiritual y destrucción en su relación con Dios, y en su familia ya que su hijo mayor mató al menor. Después vino necesidad, aflicción, mas destrucción y si seguimos leyendo nunca mas el hombre enderezó el camino y pudo ser obediente a Dios, sino hasta que Cristo llegó a la tierra y obedeció la voluntad de Dios Su Padre.
Por lo tanto, solamente podremos agradar a Dios si Cristo vive en nosotros, nos llena de Su gracia, amor y misericordia y es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria, para que muchas almas sean ganadas para Su Reino, y podamos cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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La mano diligente es la que enriquece

Pobre es el que trabaja con mano negligente, más la mano de los diligentes enriquece. Él que recoge en el verano es hijo sabio, el que duerme durante la siega es hijo que avergüenza.
Proverbios 10:4-5 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Pobre es aquel que trabaja con mano negligente, pero cuando se trabaja de manera diligente entonces Dios abre los cielos y derrama sus riquezas. Trabajar con diligencia es hacer las cosas bien y a tiempo, tienen que ser ambas cosas, y después mantenernos de una manera constante en cuidar este proceder que obviamente es fruto de la gracia de Dios en nosotros. La gran mayoría de las personas que venimos a Cristo, éramos tristemente negligentes aunque por supuesto también habían excepciones, pero por lo regular algunos hacíamos las cosas bien pero fuera de tiempo, y otros hacíamos las cosas a tiempo pero sin calidad, y en ambos casos no había diligencia y las ganancias tampoco fluían por nuestras manos. Aunque las Escrituras hablan de que Dios bendice y el sol sale para todos, de alguna manera el que no conoce al Señor aunque gane dinero, todo lo estará edificando en la arena, y tarde o temprano las tempestades de la vida se lo llevará, pero el que trabaja de acuerdo a la Palabra de Dios, edifica sobre la Roca que es Cristo y aunque vengan las tempestades se mantendrá firme porque esas ganancias servirán para hacer la voluntad de Dios (Mateo 5:45, 7:24-29). Por lo tanto nuestra confianza tiene que estar en Cristo y en Su Palabra y caminar bajo la sombra del Altísimo porque Él nos librará de todo mal y hará prosperar nuestros caminos (Salmos 91). Recoger en el verano es hacer las cosas a tiempo, en el momento correcto y eso solamente lo hace un hijo sabio, pero el perezoso el que duerme bajo la siega, siempre será un hijo que avergüenza. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por la gracia de Dios nos permite caminar en bendición y cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Dios envía bendiciones sobre el justo

Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los impíos oculta violencia. La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá.
Proverbios 10:6-7 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Hay bendiciones sobre la cabeza del hombre justo, que son aquellos que se han entregado a Jesús, pero también hay maldiciones sobre los impíos, porque ellos participan del pecado de este mundo. La Biblia nos enseña que la memoria del hombre justo, es bendita, pero el nombre de los impíos, se corromperá y no será recordado por nadie. Es una decisión del corazón de cada persona el determinar lo que va a hacer con su vida a partir del momento en el que ella sabe que Dios la está buscando para regalarle salvación y vida eterna (Apocalipsis 3:20, Romanos 10:8-13), y mencionamos esto porque es un testimonio de muchos cristianos nacidos de nuevo que primero alguien les predicó de Cristo y rechazaron esa primera invitación para ser salvos, y tuvieron que atravesar por muchas tribulaciones y varios años de vida, para que al fin algunos de ellos se rindieran a nuestro Señor Jesucristo. El Espíritu Santo siempre está buscando un corazón que lo reciba y que quiera ser Su Templo (2 Corintios 6:16-18), el problema es que estamos en un mundo que también demanda enamorarse de él y servirlo, y para alguien que nunca ha leído la Biblia ni tiene la menor idea de lo que es la salvación y la vida eterna, le es prácticamente imposible darse cuenta de que necesita un salvador y de que no hay otro camino de regreso al Padre, sino a través de Su Hijo Jesucristo (Juan 14:6). Decidamos hoy los que ya conocemos a Jesús y estamos disfrutando de nuestra relación con Él, predicar el Evangelio y ganar muchas almas para el Reino de Dios, porque siempre contaremos con la ayuda de Jesús, porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El clamor constante de la sabiduría de Dios.

La sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas; ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, ha puesto también su mesa; ha enviado a sus doncellas, y clama desde los lugares más altos de la ciudad. Proverbios 9:1-3 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El clamor constante de la sabiduría de Dios sobre nosotros, debe llevarnos a rendir plenamente nuestro corazón a Él. Si volvemos a revisar este libro de Proverbios, todos los capítulos están dedicados a exhortarnos a abrazar la sabiduría del Altísimo, para poder caminar en paz, gozo, amor, libertad, prosperidad y alcanzar el propósito para el cual Dios nos creó. No debemos rechazar este llamado de Dios, para que nuestra vida no se llene de dolor, soledad y quebranto, porque ahora que estamos leyendo la Biblia, entendemos que el gran amor de Dios, nos ha provisto del único camino para regresar a El: nuestra fe en Su Hijo Jesucristo. Como cristianos nacidos de nuevo, pidámosle a Jesús que ponga en nuestro corazón, ser fieles discípulos de El para que nuestra vida dependa totalmente de nuestra relación con Dios, porque a eso nos llaman las Escrituras. Por lo tanto nuestro levantar, caminar, pensar y actuar, tienen que estar sujetos al Espíritu Santo y por supuesto a la Palabra bíblica, para que no caigamos en la trampa de este mundo que a lo bueno llama malo y a lo malo llama bueno (Isaías 5:20). Librémonos de ser sabios en nuestros propios ojos y de ser prudentes según nuestro criterio, porque todo eso lo aborrece Dios (Isaías 5:21). Que Cristo sea en nosotros nuestra esperanza de gloria y que Su Palabra se vuelva vida en nuestro diario vivir, deleitándonos y alimentándonos de ella para que la gracia de Dios nos de la victoria y podamos ganar muchas almas para el Reino de los Cielos y que ese mismo testimonio como Iglesia de Cristo, nos permita impactar y cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.

Escuchemos atentamente a Dios

Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos. Escuchad la instrucción y sed sabios, y no la menospreciéis.
Proverbios 8:32-33 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Escuchar a Dios es orar, callar, leer y meditar en Su Palabra y eso convierte el corazón de una persona y la hace bienaventurada, ya que todo aquel que escucha la instrucción, será sabio, siempre y cuando no la menosprecie y deje que el Espíritu Santo obre en todo tiempo en su vida. Bienaventurados todos aquellos que escuchan a su Creador y que están velando a los pies de Jesús día a día, porque todo aquel que permite que la Palabra se haga vida en él, alcanzará el favor del Señor y por supuesto la vida eterna en los cielos. Pero si tristemente alguno peca contra Él y no se arrepiente así mismo se daña y perderá la vida eterna que Dios ofrece por gracia a los que le aman y se entregan a Cristo (Proverbios 8:34-36). En estos tiempos de tanta confusión que nos ha tocado vivir, debemos de estar claros en que nuestra mejor inversión es en el Reino de los Cielos, lo cual significa que seamos personas que en lugar de buscar prosperar solo económicamente, busquemos ganar almas para Dios y para Su Reino, multiplicando de esta manera nuestros talentos para que en el día que nos presentemos delante del tribunal de Cristo a dar cuenta de nuestra vida aquí en la tierra, podamos escuchar: bien hecho siervo fiel (2 Corintios 5:10, Mateo 25:14-30). Y obviamente esa persona obtendrá el regalo de la vida eterna porque supo multiplicar todo lo que Dios puso en sus manos incluyendo pelear por la salvación de otras vidas, porque ese es el verdadero tesoro que debemos acumular bajo nuestro nombre. El ser declarados verdaderos hijos de Dios que no escatimaron ni su propia vida, con tal de agradar a nuestro Padre Celestial. Solo Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por gracia nos está permitiendo cambiar el mundo para la gloria de Dios (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.

Bienaventurado aquel que escucha a Dios

Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas día a día, aguardando en los postes de mi entrada. Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del Señor. Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.
Proverbios 8:34-36 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Sin lugar a dudas el hombre o la mujer que escucha a Dios es bienaventurado, porque las puertas del cielo son abiertas para todos aquellos que ponen en primer lugar de sus vidas al Señor. Tal como leemos en estos versículos, hallar a Dios es hallar la vida y alcanzar Su favor, pero el que peca contra El, así mismo se daña y por supuesto hallará la muerte. Cuando Jesús vino a la tierra, no estaba pensando en sí mismo ni en sus comodidades, sino que Él puso Su vida por amor a nosotros y dejó toda Su gloria en los cielos, nació en un pesebre, en una familia humilde y todo lo hizo con el propósito de salvar a aquellos que crean en Su Nombre. Cuando nacemos en Cristo a una nueva vida, nos damos cuenta que el velo que teníamos en nuestros ojos y la sordera espiritual, no nos permitían entender el propósito para el cual fuimos creados, ni mucho menos que había una vida eterna para todos aquellos que se entregaran a Jesús, simplemente éramos ciegos espirituales. Pero el día que el Señor entró a nuestro corazón al igual que al Apóstol Pablo le sucedió, las escamas de nuestros ojos cayeron y pudimos ver la gloria de Dios que vino a rescatarnos y a salvarnos de nuestra antigua manera de vivir, que por supuesto estaba contaminada con el pecado ( 2 Corintios capítulo 4, Hechos capítulo 9). Es necesario que hoy clamemos a Dios para que nos de hambre y sed de Su Palabra, que doblemos nuestras rodillas en oración y que ayunemos para que también alcancemos todo el favor y propósito que Dios ha preparado para los que le aman. Cristo en nosotros la esperanza de gloria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo y ganar almas para Cristo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.

La instrucción de Dios mejor que el oro

Recibid mi instrucción y no la plata, y conocimiento antes que el oro escogido; porque mejor es la sabiduría que las joyas, y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella.
Proverbios 8:10-11 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Solamente un cristiano nacido de nuevo que tenga en su corazón la vida resucitada de Cristo, puede caminar en esta fe y declarar que es mejor recibir la instrucción de Dios para su vida que la plata. Así también el conocimiento del Altísimo es mejor que buscar oro escogido. Porque es una bendición caminar en la sabiduría de Dios que llenarnos de joyas preciosas y aun de todas las cosas deseables de este mundo, que no tienen comparación con el regalo de Dios que es nuestra salvación y la vida eterna. Decirlo y escribirlo puede parecer muy sencillo, pero despertar cada día y vivirlo, eso requerirá tener una íntima relación con nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que todo lo que El promete a través de Su Palabra, la Santa Biblia, Él la cumplirá en Su tiempo y no en el de nosotros. Por supuesto que el mundo no descansará y seguirá tentándonos para que hagamos a un lado a Dios y Sus promesas y nos afanemos en las riquezas temporales que se nos ofrecen día a día, pero que ninguna de ellas tiene el mismo valor que las que ofrece Dios. Aun tener un ministerio por más humilde que sea, será de mucha mayor gloria que toda la riqueza que el mundo nos pueda ofrecer, porque servir a Dios y humillarnos delante de Su trono, tendrá gran recompensa en la eternidad. Busquemos primeramente el Reino de Dios y Su justicia, deleitémonos en Su Palabra, oremos y clamemos a Su Nombre, y pidámosle que Cristo en nosotros, sea nuestra única esperanza de gloria y nuestra victoria que nos ha dado la gracia para hacer discípulos por todas las naciones, y de esta manera cambiar el mundo para que muchas almas sean salvas y gocen de vida eterna. (Mateo 6:33, Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20). Aleluya.

De Dios es el consejo y la prudencia

Mío es el consejo y la prudencia, yo soy la inteligencia, el poder es mío. Por mí reinan los reyes, y los gobernantes decretan justicia. Por mí gobiernan los príncipes y los nobles, todos los que juzgan con justicia.
Proverbios 8:14-16 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Solo un cristiano nacido de nuevo, que lee la Biblia y mantiene una relación personal con Jesús, puede entender que de Dios es el consejo y la prudencia, el poder, la inteligencia y que Él pone y quita reyes para que gobiernen la tierra y, por lo tanto, no hay cosa alguna que esté sucediendo al día de hoy que nuestro Dios Todopoderoso no tenga el control (Romanos 6:1-14). Antes de venir a Cristo estábamos totalmente ciegos y sordos espirituales y, por lo tanto, aunque la gente nos hablara de toda esta situación espiritual, nosotros no entendíamos porque para nosotros todo tenía que hacerse en nuestra propia fuerza, y cuando estábamos inundados de problemas, recurríamos al consejo de este mundo y aun a gente que estaba viviendo peor que nosotros para preguntarle qué hacer con todos los problemas que estábamos enfrentado. Gracias a Dios por el día que nos entregamos a Cristo y nos arrepentimos de todos nuestros pecados, porque de ahí en adelante, todo en nuestra vida empezó a cambiar. Nuestra familia, relaciones con amistades, estudios, negocios, pero sobre todo nuestra paz y gozo que empezamos a disfrutar, a partir del momento que decidimos descansar en Jesús. Vengan a Mi todos los que están cargados y trabajados, Yo los haré descansar (Mateo 11:28-30). Estas palabras las habló nuestro Señor Jesucristo para que todo aquel que tenga oídos, escuche y aproveche esta invitación que le cambiará su vida para siempre. Muchos de nosotros somos un testimonio vivo de este milagro, por lo que no debemos de perder el tiempo sino testificar para ganar muchas almas para el Reino de los Cielos. Que la gracia de Dios siempre nos acompañe y que Cristo sea en nosotros nuestra esperanza de gloria y la victoria que nos permitirá cambiar el mundo (1 Corintios 15:10, 57, Colosenses 1:26-27). Aleluya.

Dios ama a los que le aman y le buscan

Amo a los que me aman, y los que me buscan con diligencia me hallarán. Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia.
Proverbios 8:17-18 (LBLA)

Cambiador del Mundo: ¿Dios nos dice que El ama a los que le aman? Eso no es lo que hemos oído, pues según el mundo se nos enseña que Dios siempre es amor y no importa si estamos totalmente descarriados y en contra de Dios, el engaño es pensar que Dios de todas maneras nos va a salvar y nos vamos a ir al cielo con El sin habernos arrepentido, haberle confesado nuestro pecado, y sin haberle dado entrada en nuestro corazón. Esta es la más siniestra mentira de este mundo y de su príncipe de las tinieblas que lo gobierna (2 Corintios 4:1-6). Pero lo que enseña la Biblia es lo que estamos leyendo en los versículos del día de hoy, que Dios ama a los que le aman, y los que le buscan con diligencia lo hallarán. Y eso significa poner al Señor en el primer lugar de nuestras vidas y que a pesar que nosotros tenemos una naturaleza adánica y pecadora, decidimos un día venir a El arrepentidos a pedirle que Él nos salvara y nos rescatara de nuestra vana manera de vivir. Ya como cristianos nacidos de nuevo, también hemos aprendido que las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia, también están en las manos de Dios y Él se las da a quienes Él quiere. Por eso es importante leer la Biblia y pedirle al Espíritu Santo que Él nos de revelación para que el propósito eterno de Dios se cumpla en nosotros y no es que podamos ser perfectos en cuanto a hacer o no hacer cosas, pero si podemos ser íntegros y entregarle a Dios todas las áreas de nuestra vida en las que no podemos por nosotros mismos hacer las cosas bien y Él lo hará en nosotros, porque eso es lo que dice Su Palabra (Efesios capítulos 1 y 2). Cristo en nosotros la esperanza de gloria por Su amor y gracia que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.