Para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción

Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel: para aprender sabiduría e instrucción, para discernir dichos profundos, para recibir instrucción en sabia conducta, justicia, juicio y equidad; para dar a los simples prudencia, y a los jóvenes conocimiento y discreción.

Proverbios 1:1-4 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Deleitarnos en los proverbios de Salomón hijo de David el Rey de Israel, es una bendición que está al alcance de todos aquellos que han nacido de nuevo en Cristo y que también son hijos de Dios. Los Proverbios nos darán un entendimiento de lo que Dios ha dispuesto para hoy y hasta la eternidad en todos aquellos que confiesan Su Nombre y que tienen hambre y sed de Su Palabra. Antes de ser verdaderos cristianos y leer la Biblia, no podíamos entender las promesas que están escritas en ella, y mucho menos pensar que podíamos tener este libro al alcance de nuestras manos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Cuando leemos la Palabra de Dios, se derrama en nosotros Su sabiduría para caminar en Su justicia, juicio y entendimiento y aun la persona más simple y sin grandes conocimientos en lo natural, Dios le dará la oportunidad de madurar, instruirse, y disfrutar de todas las bendiciones que Dios ha prometido a los que le aman. El Apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios aclaró que lo necio y despreciado de este mundo, fue lo que Dios escogió para enloquecer la sabiduría de los sabios, para avergonzar a los fuertes porque aun lo débil escogió Dios para que le sirvan y sean sus amados hijos. Porque Dios nos escogió estamos ahora en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios, sabiduría, justificación, santificación y redención, para que como está escrito: el que se gloría, gloríese en el Señor. A Dios le plació salvarnos por la locura de la predicación (1 Corintios 1:18-31). Por lo tanto, Cristo es nuestra única esperanza de gloria y con El en nosotros, vamos a cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27). Aleluya.

Solo su nombre es exaltado

Reyes de la tierra y todos los pueblos; príncipes y todos los jueces de la tierra; jóvenes y también doncellas; los ancianos junto con los niños. Alaben ellos el nombre del Señor, porque solo su nombre es exaltado; su gloria es sobre tierra y cielos.

Salmos 148: 11- 13 (NKJV) 

Cambiador del Mundo: La única esperanza que tienen las naciones es levantar la mirada a los cielos y clamar a Dios en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo y no importa su rango, pueden ser los reyes de la tierra, los príncipes, los jueces, los jóvenes, las doncellas, los ancianos, los niños, las mujeres y los hombres, todos ellos deben levantar en voz alta alabanza a nuestro Dios Todopoderoso. El pueblo cristiano sabe que los tiempos son malos, estamos viviendo ya el principio de dolores como nos enseña la Biblia, ejemplificando a una mujer que está a punto de dar a luz una nueva criatura, y por eso mismo no debemos perder el tiempo y debemos predicar el amor de Dios, de la esperanza que solo se encuentra en Cristo Jesús, de la gracia que Él nos otorga para ser salvos y de la misericordia que ha extendido hasta el último rincón de la tierra, a fin de que todos tengan la oportunidad de ser salvos (Mateo 24:8, Marcos 13:8 ). El nuevo pacto, se estableció con la sangre de Jesús la cual se derramó en la cruz del calvario y fue solamente porque Dios que amó al mundo y envió a Su Hijo Jesús a dar Su vida por los pecadores y para que todo aquel que en El crea no se pierda y tenga viva eterna (Juan 3:16). Todos los que ahora somos cristianos nacidos de nuevo, no debemos olvidarnos del amor, gracia y misericordia que Jesús tuvo por nosotros, y de cómo utilizó a personas comunes y corrientes para predicarnos en amor, y con mucha paciencia, porque así es como Jesús le hablaba a las multitudes y nunca lo hizo con arrogancia y prepotencia. Pidámosle hoy a Dios que Cristo en nosotros nos dirija a llevar a muchos a la cruz y que puedan confesar a Jesús como su Señor y Salvador y su única esperanza para ser salvos (Mateo 28:19-20, Colosenses 1:9-29). Vamos a cambiar el mundo. Aleluya.

Él ha exaltado el poder de su pueblo

Él ha exaltado el poder de su pueblo, alabanza para todos sus santos, para los hijos de Israel, pueblo a Él cercano. ¡Aleluya!

Salmos 148:14 (LBLA) 

Cambiador del Mundo: En todo este Salmo hemos sido exhortados a ser unos hijos de Dios llenos de alabanza a Su Nombre.

Nuestra gratitud tiene que estar acorde a nuestra alabanza porque todos los que hemos nacido de nuevo en Cristo Jesús, hemos recibido el milagro de una vida nueva llena de promesas, de fe, de amor, de gracia y de esperanza a la que antes no teníamos acceso, por cuanto sin Cristo caminamos totalmente ciegos espiritualmente hablando, y padeciendo día a día de diversas aflicciones por cuanto no conocíamos el Evangelio que son las buenas nuevas.
Todos nosotros que disfrutamos la herencia de un Padre Celestial somos como los que sueñan y nuestro llanto Dios lo convirtió en alegría, pues el Señor nos hizo salir de la cautividad y llenó nuestra boca de risa y de gozo, y ahora las naciones son testigo de las grandes cosas que el Todopoderoso ha hecho con nosotros.
Todos nosotros que hemos sembrado con lágrimas, tenemos la promesa que cegaremos con regocijo (Salmo 126).
No podemos mirar las circunstancias en las cuales el mundo ha escogido vivir, porque entonces dañaríamos nuestra fe y por consiguiente nuestras promesas y es por eso que nuestra mirada tenemos que ponerla en los cielos, porque de ahí vendrá nuestro socorro, puesto que Jesús es ahora nuestro guardador y por eso nuestros pies no caerán en el resbaladero, tampoco se dormirá el Señor que nos guarda, pues El es nuestro protector. No permitirá que nos fatigue el sol del día ni la luna de noche, Cristo nos guardará de todo mal, por amor a Su Nombre, en El tenemos seguridad en nuestras salidas y entradas desde ahora y para siempre.
Por lo tanto vivamos en una eterna gratitud a nuestro Señor, porque El es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Salmo 121, Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.

Cantad al Señor un cántico nuevo

¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo: su alabanza en la congregación de los santos.

Salmos 149:1 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La Iglesia cristiana que camina conforme a la Biblia y ha decidido dejar atrás el mundo y su locura, alaba de día y de noche al Señor y esta acción de gratitud es porque puede reconocer que ahora en Cristo, todo aquel que se ha convertido es una nueva criatura y ha dejado atrás su pasado. El Apóstol Pablo en su carta a los Corintios, nos exhorta a que una vez que nos convirtamos a Dios, dejemos las actitudes de la carne y esto significa empezar a caminar en el espíritu, una obra que solo sucede si el Espíritu Santo vive en el corazón de un cristiano nacido de nuevo. También Pablo dijo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas.
Y todo esto proviene de Dios y es un regalo que El otorga a quienes nos hemos reconciliado con El por medio de Cristo y ahora por voluntad de El también, nosotros tenemos que practicar el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:16-19).
El mundo necesita ver el testimonio de los cristianos llenos de gracia, amor, misericordia y esperanza, porque de alguna manera lo único que puede conquistar el corazón de un incrédulo es que después de predicarle el amor de Cristo, nuestra actitud también pueda darle al recién convertido la oportunidad de enamorarse del Señor y caminar siguiendo las huellas de Cristo (Romanos 8:19).
Por supuesto que también todas nuestras palabras como hijos de Dios, tienen que venir acompañadas de alabanza, gloria y honra a nuestro Creador, pues es la única oportunidad que tenemos para poder romper los corazones de piedra que normalmente viven en incredulidad tal como éramos nosotros antes de rendirnos a Jesús (Isaías 51:1).
Así que practiquemos un cristianismo real con la fragancia de Cristo y mostremos el camino a toda persona, que Cristo tiene los brazos extendidos para el cansado y trabajado que desee rendirse a El (Mateo 11:28-30). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y la victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.

Cantad al Señor con acción de gracias

Cantad al Señor con acción de gracias; cantad alabanzas con la lira a nuestro Dios, el que cubre de nubes los cielos, el que provee lluvia para la tierra, el que hace brotar la hierba en los montes.

Salmos 147:7-8 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cantar, alabar, exaltar, glorificar a Dios, ese es el corazón de un hijo agradecido con Dios su Padre. Es tanto el amor de nuestro Creador por toda la humanidad, que dio a Su Hijo unigénito para que el que creyere en Él no se pierda, fuera salvo y disfrutara de vida eterna (Juan 3:16). El amor del que habla la Biblia en este versículo es ágape, que significa un amor incondicional por elección y por un acto de la inquebrantable voluntad de Dios, que además nos regala benevolencia que no se puede conquistar, y Su buena voluntad que trata de salvarnos y que además es invencible. El amor ágape nunca buscará lo suyo propio sino que busca el bien de los demás, porque ese es el corazón de Dios y por supuesto que ese amor, no es carnal ni necesita química, ni ser afines ni emociones. El mundo tiene el amor fileo que se basa en cuánto tú me puedes dar para ver si yo te doy, que se basa de sacar ventaja en una relación y de siempre salir beneficiados sin importar el corazón de la otra persona. Y eso es lo que el mundo está ofreciendo y por lo tanto hay una gran diferencia entre derramarnos con amor ágape o beneficiarnos del amor fileo, esta es una diferencia abismal. Por lo tanto andemos persuadidos de no caminar con el egoísmo del mundo sino buscando que muchas personas conozcan a Jesús y puedan ser perdonadas y salvadas para después disfrutar la vida eterna en los cielos. Caminemos sin egoísmo tal como Pablo exhortó a Timoteo su hijo amado. Vamos a cambiar el mundo porque Cristo está con nosotros y es nuestra esperanza de gloria. (2 Timoteo 3:1-5, Colosenses 1:27). Aleluya.

El hace la paz en tus fronteras

Porque ha reforzado los cerrojos de tus puertas; ha bendecido a tus hijos dentro de ti. El hace la paz en tus fronteras; te sacia con lo mejor del trigo.

Salmos 147:13-14 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Dios guarda a toda nación que le entregue su vida y lo declare su Señor, tal como lo señalan estos dos versículos de la Biblia, que claramente nos dan la promesa de cuidar los cerrojos de nuestras puertas y de bendecir a nuestros hijos, de guardar en paz nuestras fronteras y de saciarnos con lo mejor de Su trigo. Por supuesto que esto también aplica a cada familia que le ha rendido su corazón a Dios y que ha confiado en nuestro Señor Jesucristo. Y eso es precisamente lo que en estos momentos se necesita, que la tierra levante sus ojos a los cielos y regrese a las sendas antiguas ya que es la única manera de que toda enfermedad o plaga sea quitada de en medio de nosotros (Jeremías 6:16). Ninguna nación va a gozar de paz verdadera y absoluta si no está caminado guardando la Palabra de Dios. No importa el ejército que pueda tener, ni sus armas de guerra, porque tal como hemos leído, solo Dios puede dar la paz que el mundo tanto desea y solo Dios puede saciar el hambre de cualquier país y derramar lo mejor del trigo. El anhelo de todo ser humano es que todo le vaya bien y que pueda disfrutar de la vida, pero esto será solo una fantasía si no están caminando bajo la voluntad y de la sombra del Altísimo (Salmos 91). Pues no creamos que podemos separar lo espiritual de la realidad, así que no habrá bendición si antes no hay redención, es decir si Cristo no perdona y sana una nación que se arrepienta. Seamos los mensajeros del Señor y anunciemos estas buenas nuevas, de que solo en Jesús tenemos victoria y solo Él puede darnos la verdadera paz, sanidad y gozo que tanto anhelamos. Cristo en nosotros la esperanza de gloria que puede guardar y cambiar este mundo (1 Corintios 15:57, Colosenses 1:27). Aleluya.

Su palabra corre velozmente

Envía sus órdenes a la tierra; su palabra corre velozmente. Envía su palabra y los derrite; hace soplar su viento y el agua corre.

Salmos 147:15, 18 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Desde el principio Dios con Su Palabra creó la tierra y dijo sea la luz, y fue la luz. Y después dijo haya expansión en medio de las aguas e hizo Dios la expansión y a todo lo que empezó a crear le dio un nombre y un propósito. Ejemplo de esto los cielos, la luz, la tierra, los mares, la vegetación, los animales y los seres humanos, y vio Dios que todo era bueno (Génesis capítulo 1). La Palabra de Dios también nos ha sido dada a toda la humanidad para que en ella nosotros podamos conocer el propósito para el cual fuimos creados, y la necesidad que tenemos de Jesús en nuestras vidas, y esto es porque Adán y Eva fallaron y su pecado trajo maldición a toda la humanidad, y por eso Dios tuvo que enviar a Cristo y hacer un nuevo pacto para que todo aquel que creyera en el Nombre de Jesús, no se perdiera, recibiera salvación y vida eterna. Por supuesto que todo esto  que estamos hablando desde Génesis hasta Apocalipsis, nos revela que por cuanto todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios, ahora somos justificados gratuitamente por la gracia del Señor, mediante la redención (el pago) que es en Cristo Jesús (Romanos 3:21-25). Solamente cuando nacemos de nuevo, y tomamos la Biblia como nuestro manual de vida, es que podemos caminar con el fruto del Espíritu Santo, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, que tampoco nosotros conocíamos ni teníamos, porque todo lo que pensábamos era que había un Dios en los cielos y que había que hacer muchas cosas para tratar de ser bueno, pero en Cristo Jesús, Él ha derramado Su gracia para el perdón de nuestros pecados y para librarnos de la adicción al pecado y para salvación eterna (Gálatas 5:22-23, Efesios 2:5-8 ). Por eso demos gracias a Dios que Cristo es nuestra esperanza de gloria que cambia el mundo (Colosenses 1:27). Aleluya.

El Señor protege a los extranjeros

El Señor protege a los extranjeros, sostiene al huérfano y a la viuda, pero trastorna el camino de los impíos.

Salmos 146:9 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La Biblia dice que Dios es nuestro guardador y ayudador desde el día que nos convertimos a Cristo, desde el momento en que nos rendimos a Él y decidimos dejar de caminar en nuestra propia fuerza. A esto se le llama nacer de nuevo porque Dios toma el control absoluto de nosotros y ahora dependemos totalmente de El en palabras, pensamientos, y acciones (Romanos 6:1-13). Este versículo de este Salmo, nos enseña que Dios tiene un especial cuidado con los extranjeros que eran aquellos no israelitas que se unieron al pueblo de Dios durante su salida de Egipto y también por el huérfano, que es aquel que carece del abrazo y cuidado de un padre, de una madre o de ambos, y Dios toma el lugar de ellos y derrama su amor y protección en una paternidad sin igual. Lo mismo sucede con la viuda que puede ser alguien que ha perdido a su marido por causa de muerte o aquella que ha sido abandonada o repudiada y que Dios la toma, la cuida y provee de una manera muy especial. En cambio dice que el camino de los impíos y rebeldes que son aquellos que no se rinden a Dios y no tienen misericordia de nadie, a ellos Dios los rechaza no sin antes haberles dado la oportunidad de entregarse a Él y haber sido hijos de Dios. Tenemos que entender el día de hoy en donde estamos y a que nos ha llamado Dios, para que entendamos que lo más importante es no dejar pasar más tiempo y pedirle a Jesús que Él tome el control de nuestra vida, seamos extranjeros, huérfanos o una viuda, porque el tiempo es corto y no debemos perder ni un instante más para recibir el amor de Dios sobre nosotros (Salmo 68:5-6). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:57). Aleluya.

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El Señor reinará para siempre, tu Dios, oh Sión, por todas las generaciones.

El Señor reinará para siempre, tu Dios, oh Sión, por todas las generaciones. ¡Aleluya!

Salmos 146:10 (LBLA)

Cambiador del Mundo: En este Salmo la promesa de que Dios reinará para siempre, y que Él es nuestro Dios y lo será de generación en generación, tiene que darnos seguridad para que a pesar de lo que esté sucediendo alrededor nuestro, confiemos que Dios es más grande que nuestros problemas y que nada ni nadie nos puede separar del amor de Cristo. En el libro de Romanos 8:29-39 nos enseña la Biblia que Dios nos escogió y predestinó para hacernos conforme a la imagen de Su Hijo y a todos los que llamó a estos también justificó y glorificó. Así que si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Pues Dios no escatimó ni a Su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros ¿cómo no nos dará con El todas las cosas? ¿Quién podrá acusar a los escogidos de Dios? pues Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Pues Cristo es el que murió y también resucitó y está a la diestra de Dios Su Padre intercediendo por nosotros. Por lo tanto nadie nos podrá separar del amor de Cristo, ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni hambre, ni desnudez, ni peligro, ni espada. Antes bien en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Dios y de Jesús que nos amaron. Que nuestra fe nunca decaiga y nos de este entendimiento que no hay nada que nos pueda separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Necesitamos leer la Biblia para que nuestra fe se fortalezca día a día y la llenura de la Palabra de Dios en nosotros, dará como fruto unos verdaderos cristianos nacidos de nuevo, que no temen de las malas noticias porque saben que tienen un padre en los cielos que ha dejado en la Biblia las buenas nuevas del Evangelio. Cristo en nosotros la esperanza de gloria que cambia el mundo (Colosenses 1:27). Aleluya.

¡Aleluya! Porque bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios

¡Aleluya! Porque bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiada es la alabanza. El Señor edifica a Jerusalén; congrega a los dispersos de Israel.

Salmos 147:1-2 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Tenemos el gran privilegio de que conocemos a Dios íntimamente todos aquellos que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador. En nuestro corazón hay gratitud y esperanza, porque ahora sabemos que el Hijo de Dios vino a rescatar y salvar a los que estaban perdidos, y por eso nuestros labios tienen que proclamar alabanza a nuestro Creador, porque Él es bueno y para siempre Su misericordia (Salmos 106:1 y 107:1, 118:1). Así como Dios vino a recoger a los desterrados de Israel y los regresó a Jerusalén, así también nos ha recogido a nosotros los pecadores y nos ha lavado con la preciosa sangre de Cristo, y nos ha perdonado porque Jesús pagó el precio de nuestra salvación, y nos ha reconciliado con El y ahora tenemos la promesa de que regresaremos a casa a los cielos de donde salimos, porque ahí vivíamos antes de venir a este mundo (Salmos 139). Lo más hermoso que en Cristo hemos recibido es Su amor con que nos amó y restauró, derramando Su gracia en nuestras vidas porque ahora nosotros los hijos de Dios, vivimos como en un sueño, sin estar encerrados y capturados en la vida de tinieblas en la que antes vivíamos cuando no conocíamos a Dios (Salmos 126:1-2). Porque ahora en verdad lo conocemos y sabemos lo que dicen las Escrituras, de que todos los que hemos conocido la verdad hemos sido liberados por Dios (Juan 8:32). Esta Palabra de la cruz es locura a los que se pierden pero a los que se salvan esto es a los que han creído en Cristo, es poder de Dios. Ahora nosotros estamos en Cristo solamente por la voluntad del Padre y Él nos ha dado el regalo de Su sabiduría, Su justificación, Su santificación y Su redención, para que como está escrito: el que se gloría, gloríese en el Señor (1 Corintos 1:18-31). Vamos a cambiar el mundo.

Fuente: devocionalescristoennosotros.wordpress.com