El que teme el mandamiento será recompensado

Él que desprecia la palabra pagará por ello, pero el que teme el mandamiento será recompensado.
Proverbios 13:13 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Menospreciar el mandamiento de Dios, es lo más peligroso que nos puede pasar en la vida, más aun cuando nosotros de alguna manera hemos leído la Palabra de Dios o quizá hasta hemos sido creyentes y por lo tanto conocemos la responsabilidad de haber leído el Evangelio. Pero gran bendición es poner por obra la Palabra de Dios, fruto de la gracia que Jesús derrama en los que le aman. La época que nos ha tocado vivir, nos obliga a detenernos en todos nuestro planes terrenales y revisar si estamos caminando buscando las riquezas eternas y duraderas que recibiremos en los cielos (Mateo 6:33) o estamos entretenidos con las cosas temporales que ahora vemos lo frágiles que son y que aun teniéndolas no las podemos disfrutar por acontecimientos sociales y mundiales como los que ahora están sucediendo. Es muy probable que el año pasado cualquiera de nosotros para estas fechas tuviera grandes sueños y planes para hacer fiestas, paseos, tomar vacaciones, cumplir proyectos, pero hoy en este tiempo todo está prácticamente paralizado y plagas están aterrorizando el corazón de la mayor parte del mundo que no ha querido conocer a Dios y sigue caminando en su criterio y locura como muchas veces lo señaló el Apóstol Pablo en sus cartas. La única esperanza como dice la Biblia es levantar nuestra mirada a los cielos, porque solo de ahí viene nuestro socorro (Salmos 121). Y seremos recompensados con el amor y la misericordia, la paz y el gozo del Señor que es nuestra fortaleza para los que le amamos y guardamos Su Palabra. Si todavía tu no conoces íntimamente a Jesús, hoy puedes invitarlo a que sea tu Rey y Señor y el viva en tu corazón, solo confiésale todos tus pecados (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El hijo sabio escucha a su padre

El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión. Proverbios 13:1 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Tenemos gran responsabilidad como padres cristianos de ser ejemplo a nuestros hijos en pensamientos palabras y acciones, para que ellos no tengan tropiezo durante su vida desde pequeños hasta el día que salgan de casa. Los padres que son hijos de Dios, tienen que vivir lo que están hablando, lo que están aconsejando, lo que quieren que sus hijos hagan y todo esto deberá ser un testimonio vivo y muy claro para que toda su descendencia pueda recibir y madurar, viendo el ejemplo fiel de sus padres. En un hogar cristiano, unos padres sabios, procrearán hijos sabios que aceptarán con gusto la disciplina, porque saben y han visto las bendiciones que han alcanzado a su familia por ser personas que tienen un temor reverente a Dios, y que con sus hechos lo glorifican y por eso, los hijos obedecen de forma inmediata toda palabra que sale de la boca de sus padres, porque ellos saben que todo obrará para su bienestar. Puede suceder muchas veces como se menciona en la carta a los Hebreos, que la disciplina al momento no parece que traiga un fruto de gozo, pero después traerá mucha bendición al que la recibe. Los que reciben la disciplina Dios los trata como a hijos, y todo padre también debe de dar disciplina a su descendencia porque es la voluntad de Dios. Un padre que ama a su hijo lo disciplina y todo es para su bien, cuánto más Dios buscará que la disciplina que nos otorga nos lleve a un camino de santidad (Hebreos 12:5-13). Por lo tanto, procuremos como familia cristiana fortalecer con la Palabra de Dios la vida de nuestros hijos, para que ellos caminen firmes la senda de la vida que Dios les otorgue vivir. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El hombre sabio se saciará de bendición

Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el deseo de los pérfidos es la violencia. Proverbios 13:2 (LBLA)

Cambiador del Mundo: El hombre sabio es aquel que ha recibido a Jesús en su corazón como su Señor y Salvador y Dios lo ha llenado de Su Espíritu Santo, dándole un nuevo entendimiento del propósito para el cual él fue creado y el por qué vive aquí en la tierra. Un cristiano que ha nacido de nuevo, con toda seguridad se alimenta diariamente de la Palabra de Dios (Romanos 6:1-13) y todo lo que habla provoca enamorarse de Jesús, porque cualquier persona puede ver en él, la gran obra que nuestro Creador ha hecho en su vida y por lo tanto, las horas platicando con una persona que ama a Jesús, pasan como si fueran segundos y uno se queda con el hambre de escuchar más y de deleitarse en esa palabra de vida. Pero los que no tienen la bendición de haber nacido de nuevo como cristianos, y tristemente tampoco tuvieron unos padres enamorados de Jesús, terminan perdidos en la violencia pensando que la vida se trata de un capricho y de que se haga la voluntad de ellos y no la de Dios, y eso conlleva mucho de lo que estamos atravesando en estos últimos tiempos, donde las personas se han convertido en amadores de sí mismos y egoístas y lo más triste también viven sin afecto natural, o sea que no aman ni su descendencia. Es importante que empecemos a tomar carga como miembros de la familia de Dios y que como cristianos salgamos de las cuatro paredes de la Iglesia para predicar las buenas nuevas del Evangelio y que muchos puedan arrepentirse y entregar sus vidas a nuestro Señor Jesucristo, porque para eso fuimos salvados, para dar por gracia lo que recibimos por gracia (Mateo 10:8 ). Recordemos que Cristo en nosotros es nuestra única esperanza de gloria y nuestra victoria y que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El hombre prudente cuida sus palabras

Él que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina. Proverbios 13:3 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando estamos vacíos de la Palabra de Dios por causa de no ser cristianos o ser tibios como dice la Biblia (Apocalipsis 3:14-22), tristemente trae como consecuencia que terminemos en ruina. Hemos leído por muchas partes de las Escrituras, que el que habla demasiado, necesariamente caerá en pecado (Proverbios 10:19), por eso la exhortación que nos hace Dios de que seamos muy prudentes al hablar, y que estemos siempre guiados por Su Espíritu Santo, para que todo lo que digamos, no sea de nuestra propia cuenta sino lo que nos enseña la Biblia, porque eso traerá esperanza a todo aquel que nos escuche hablar. En las Escrituras se nos exhorta a pasar tiempo meditando en ellas, a estar siempre gozosos, a orar sin cesar, a dar gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con nosotros los que estamos caminando con Cristo y lo hemos declarado nuestro Rey y Señor. También se nos exhorta a no apagar el mover del Espíritu Santo, a que escuchemos atentamente las profecías, es decir lo que enseña la Palabra de Dios, a deleitarnos de su buen fruto para que esto produzca un corazón consagrado al Altísimo que aborrece toda forma de pecado (1 Tesalonicenses 5:12-22). Este caminar cristiano, estará sellado por la santidad de Dios y nosotros estaremos rendidos a Él en espíritu, alma y cuerpo clamándole para que Él nos guarde irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo, porque fiel es el que nos llama y por lo tanto Él también lo hará (1 Tesalonicenses 5:23-24). Es necesario hablar vida y anunciar las buenas nuevas a este mundo que está pasando una terrible crisis de identidad y de fe, por la ausencia de familias temerosas de Dios que han dado como fruto hijos rebeldes y mayormente abandonados por sus padres. Así que solo Cristo en nosotros es la esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

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El diligente será prosperado

El alma del perezoso desea, pero nada consigue, más el alma de los diligentes queda satisfecha.
Proverbios 13:4 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Los diligentes son prosperados en todo y mayormente son los hijos de Dios. La diligencia de una persona se tiene que enfocar a todas las áreas de su vida empezando si tienen familia por el cuidado que tienen de ella, por el bienestar de su cónyuge, por la seguridad de sus hijos, por el cuidado y amor de su trabajo con el cual provee su hogar, por la forma en la que él planea y es previsor de su futuro, por su responsabilidad en todo lo que hace y aun en sus pensamientos, palabras y acciones, porque es un buen administrador, sabio, entendido, que nunca se rinde, que sabe enfrentar con Cristo valientemente las adversidades, porque es prudente, es consistente, puntual y hace las cosas con excelencia, también tiene temor reverente hacia Dios porque su diligencia es un regalo del cielo dado por gracia porque él es una persona que ha puesto al Señor en el primer lugar de su vida. Este mundo siempre quiere ofrecer una puerta falsa para nuestros problemas, sean físicos, económicos o espirituales, pero todos los que leemos la Biblia, sabemos muy bien que el único camino, la verdad y la vida, está solamente en Jesucristo (Juan 14:6) y por lo tanto, todos los que han creído en El y caminan según Su Palabra, han tomado reposo en su diario vivir y Dios los ha bendecido en todo (Mateo 11:28-30). Así que hoy la invitación es a detenernos si estamos viviendo y actuando en nuestra propia fuerza, porque el Señor Jesús tiene los brazos abiertos para abrazarnos y sostenernos en estos tiempos tan difíciles que a toda la humanidad nos ha tocado vivir. Solo Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y será siempre nuestra victoria que por Su gracia nos permitirá predicar el Evangelio y sonar trompeta hasta el último rincón de la tierra, para que muchos sean salvos y puedan vivir la eternidad en el Reino de Dios. Vamos a cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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El justo aborrece la falsedad

El justo aborrece la falsedad, más el impío causa repugnancia y vergüenza.
Proverbios 13:5 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Cuando venimos a Jesús venimos a la luz y toda obra de tinieblas en nuestra vida, queda sepultada por el amor y sacrificio de nuestro Señor en la cruz del calvario. Porque en El somos libres de todo engaño y mentiras en las que antes vivíamos cuando no conocíamos íntimamente a Dios y Su Palabra. En Cristo Jesús somos más que vencedores y Él nos ha permitido conocer la verdad y nos ha hecho libres (Juan 8:32, Romanos 8:37). Solo por la misericordia de Dios podemos nacer de nuevo en Cristo y vemos normalmente como en una familia unos dicen sí y otros dicen no, tal y como lo habló el Señor en Su Evangelio que, en una casa de cinco, tres estarían contra dos y dos contra tres, (Lucas 12:52). Estará divido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija, y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra (Lucas 12:53). Si no leemos en la Biblia estos versículos y corroboramos que todo es cierto, jamás pudiéramos creer que seguir a Cristo provoca que la familia más unida fuera de Él, empiece a pelear porque alguno de sus miembros se convirtió y entregó su vida al Señor. Porque además fuera de Cristo, todas las familias normalmente caminan bien unidas para el pecado y no hay quien les pueda predicar, porque están disfrutando y como todo el mundo lo hace, piensan que es normal vivir así. Así que hoy es el día si todavía no has invitado a Jesús a tu vida, pídele perdón por todos tus pecados, confiésaselos a Él, e invítalo a vivir en tu corazón para que Él sea tu Rey y Señor. Porque Cristo en nosotros es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria para que prediquemos Su Nombre y ganemos muchas almas para Su Reino. Vamos a cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Las palabras de los justos traen sanidad

Él que habla verdad declara lo que es justo, pero el testigo falso, falsedad. Hay quien habla sin tino como golpes de espada, pero la lengua de los sabios sana.
Proverbios 12:17-18 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Solo podemos hablar verdad cuando conocemos íntimamente a Jesús, porque Él es precisamente el camino, la verdad y la vida, que nos lleva de regreso a tener comunión y vida eterna con Dios Su Padre. Pasar tiempo leyendo y disfrutando cada versículo de la Biblia, nos va a llenar nuestro corazón de la verdad de Dios, y eso provocará que también hablemos bendición y que nuestras palabras traigan esperanza a todos aquellos que la necesiten. Fuera de Cristo el mundo habla falsedad y por supuesto fracaso porque no importa si al principio las personas piensan que están siendo exitosos con el engaño de las riquezas temporales, pero nosotros los cristianos que hemos nacido de nuevo y que de alguna manera tuvimos que ser quebrantados en el mundo, sabemos que al final es soledad y muerte y no solamente espiritual sino tristemente algunas veces es física. Por eso los que conocemos las promesas eternas de Dios, debemos mantener como nuestra prioridad, predicar el Evangelio y ganar muchas almas para el Señor porque estas serán las verdaderas riquezas que podemos entregarle a Jesús en los cielos, las personas que se salvaron y que fueron fruto de nuestro testimonio (Mateo 28:19-20). No seamos egoístas con la gran riqueza espiritual que Dios puso en nuestras manos que es nuestra salvación y la vida eterna con el Señor en los cielos. No permitamos tampoco que nuestra boca hable como golpes de espada sino procuremos ser sabios y traer mucha esperanza para todos aquellos que aún no conocen a nuestro Señor Jesucristo. Cristo en nosotros es nuestra única esperanza de alcanzar y disfrutar la gloria eterna de Dios y de obtener la victoria sobre este mundo temporal, y por causa de la gracia de Dios hoy también podemos llevar palabras de vida hasta el último rincón de la tierra que nos permiten cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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Los que obran fielmente agradan a Dios

Ningún daño sobreviene al justo, más los impíos están llenos de pesares. Los labios mentirosos son abominación al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite.

Proverbios 12:21-22 (LBLA)

Cambiador del Mundo: Vivir sin Dios provoca que nuestro corazón se llene del engaño de este mundo, siguiendo el consejo de los que siempre están tramando el mal. Pero aquel que se rinde a Jesús, su vida será guardada bajo la sombra del Altísimo y su testimonio será perfume agradable al Señor. Siempre tenemos que pensar los que ya caminamos de la mano de nuestro Señor Jesucristo, que podemos entender estas palabras porque el Espíritu Santo nos las ha revelado, pero si no estuviéramos en los brazos de Jesús, no entenderíamos nada de los que es ser guardados bajo la sombra y protección divina. La Biblia nos enseña que si habitamos al abrigo de Dios nuestro Padre, moraremos bajo la sombra del omnipotente, viviremos llenos de esperanza y anclados sobre la roca porque es en Dios en quien hemos confiado. Por lo tanto Él nos librará del lazo del cazador, de toda plaga destructora, debajo de Sus alas estaremos seguros, escudo y adarga es nuestra verdad y tampoco temeremos el terror nocturno. Podrán caer a un lado mil y al otro lado diez mil, más a nosotros no nos llegará el ataque, porque seremos guardados por Dios y podremos ver en cambio la recompensa de los impíos (Salmos 91). Esto quiere decir que las promesas de Dios que son el sí y el amén, quieren preservar nuestra vida y que podamos correr nuestra carrera aquí en la tierra y terminarla en bendición, para recibir en la eternidad nuestra corona (Hechos 20:24, 1 Pedro 5:4, Hebreos 12:1, 2 Timoteo 4:7-8 ). Pongamos nuestra absoluta confianza en Jesús, porque Él es nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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La mano de los diligentes gobernará

La mano de los diligentes gobernará, pero la indolencia será sujeta a trabajos forzados. Proverbios 12:24 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La definición de la palabra diligente significa: hacer las cosas bien y a tiempo. Esta es una cualidad que no solamente debe enfocarse a un trabajo físico sino también a la búsqueda primeramente del Reino de Dios y Su justicia, eso dará como fruto que Dios nos dé por añadidura todo lo que necesitemos. Nuestra diligencia empieza con nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo porque con estas dos actitudes, se cumple toda la ley (Mateo 22:37-40). También tenemos que enfocar nuestra diligencia a pedir perdón a todos aquellos que hubiéramos ofendido y a perdonar a todos aquellos que nos hubieran ofendido, porque Jesús habló de que Dios Padre nos perdonaría en la medida que nosotros perdonemos a los demás (Mateo 6:14-15). El siguiente aspecto de nuestra diligencia tiene que ser nuestro servicio a nuestro prójimo ya que Jesús se amarró una toalla en la cintura y les lavó los pies a Sus discípulos, aun a Judas quien lo iba a entregar esa misma noche para que fuera injustamente juzgado y crucificado. Así que nosotros no tenemos pretexto para ser selectivos y escoger a personas que son de nuestro agrado para lavarles los pies, porque Jesús no lo hizo así, pues El no hizo acepción de personas. También tenemos que ser diligentes en predicar la Palabra de Dios y ganar muchas almas para el Reino de los Cielos, porque esas serán las verdaderas riquezas que nos serán contadas en el cielo cuando nos presentemos ante el Tribunal de Cristo, por haber dado por gracia el mensaje de la salvación que recibimos por gracia. Y por último tenemos que ser diligentes en amar a nuestra Iglesia, nuestros ministros y nuestros hermanos en la fe, ser agradecidos con aquellos que están derramando su vida enseñando la Palabra de Dios, cuidando de todos ellos, orando y siendo fieles en el cuidado y servicio a la Casa de Dios, nuestra Iglesia. Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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La Palabra de Dios alegra el corazón

La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, más la buena palabra lo alegra. Proverbios 12:25 (LBLA)

Cambiador del Mundo: La ansiedad es un ataque en el corazón de aquellas personas que viven alejadas de Dios, que no conocen su propósito o que aun conociéndolo deciden no seguir el consejo del Altísimo. Pero la Palabra que viene de los cielos dada por nuestro Padre Celestial, alegra nuestro diario vivir, nos afirma en nuestro caminar y nos da la seguridad de que se cumplirá el propósito eterno para el cual fuimos creados, y por consiguiente nuestro destino será vivir en los cielos para siempre con nuestro Creador. Desde Génesis hasta Apocalipsis, está escrito el propósito por el cual Dios creó al hombre y a la mujer, y fue para que se casaran y se multiplicaran y tomaran dominio en toda la tierra de todo lo creado. El hombre trabajaría la tierra y cuidaría y sustentaría a su esposa e hijos, y la mujer sería la ayuda que Dios creó para que el hombre no esté solo. Todos sabemos que ambos pecaron y Dios los echó de Su presencia y del huerto para siempre y desde ahí empezó el triste y solitario caminar de la primera familia en la tierra y ya nunca más recuperaron todas las bendiciones y promesas que tuvieron al principio, y aun perdieron a uno de sus hijos por causa que fue asesinado por el hijo mayor Caín (Génesis capítulos del 1 al 4). Creemos que 6000 años después esta historia esta anticuada, pero hoy siguen muchos matrimonios y familias lejos de la presencia de Dios y sin tomar su Palabra que es la Biblia como manual de vida. Hoy es el día de llevarles esperanza a todos aquellos que no conocen quién es Jesús y lo que hizo en la cruz del calvario para que todo aquel que en El creyera fuera salvo y tuviera vida eterna (Juan 3:16-19). Cristo en nosotros la esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

 

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