Jesús y el paralítico
Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
Mateo 9:1-2 (RVR1960)
Cambiador del Mundo: Cada día diversas personas con algún tipo de enfermedad se le acercaban a Jesús y le rogaban que lo sanara. Él se mostraba accesible preguntándoles si de verdad querían que hiciera un milagro en ellos. En esta ocasión se trataba de un paralítico que fue transportado en una cama y todos los que venían con él tenían mucha fe, por lo que El Señor le dijo que todos sus pecados estaban perdonados y eso provocó que algunos de los Escribas dijeran dentro de sí: este blasfema. Obviamente Jesús conocía los pensamientos de todos ellos y les reprendió porque pensaban mal del Hijo de Dios. Les dejó bien claro que no solamente iba a perdonar todos los pecados de ese hombre sino que además le ordenó levantarse y caminar, lo cual también sucedió. El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para hacer todo esto, y Jesús le dijo: toma tu cama y vete ahora a tu casa, y este hombre se levantó y obedeció a Jesús y toda la gente se maravilló al ver lo que había sucedido y glorificó a Dios que había dado tal potestad a Su Hijo (Mateo 9:3-8 ). *Nosotros podemos también pedirle al Señor que nos levante y nos guarde en medio de este mundo contumaz y rebelde, que quiere separarnos de nuestra fe y amor al Padre Celestial. Cristo te ama y hoy es el día de pedirle a Jesús que te permita caminar en Su Palabra y que entre a tu vida para que sea tu Rey y Señor (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.