Madurez en Cristo
Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Mateo 5:47-48 (RVR1960)
Cambiador del Mundo: Jesús nos está hablando en estos versículos, de la urgencia de alcanzar Su madurez para poder vivir en esta vida en Su propósito eterno. Solamente Cristo en nosotros puede llevarnos a la madurez de nuestro Padre Celestial. El Apóstol Pablo en su carta a los Colosenses, nos habla de que en Jesús habita toda la plenitud de Dios, y por medio de Él podemos reconciliar todo lo que está en la tierra haciendo la paz, por medio de la sangre que el Hijo de Dios derramó en la cruz del calvario. Antes de Cristo éramos extraños y enemigos de Dios, y vivíamos haciendo obras malas, pero ahora hemos sido reconciliados por medio de su muerte para hacernos santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él, y quiere que permanezcamos firmes en nuestra fe, y sin movernos de la esperanza que se nos da en el Evangelio (Colosenses 1:19-23). *Esta madurez que se obtiene en Jesús es el misterio que había estado oculto desde los siglos y que ahora ha sido manifestado a los que hemos creído en Su Nombre y es Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria, y Él es el que nos enseña con Su sabiduría a presentarnos perfectos y conforme a la voluntad de Dios Padre, viviendo según la potencia de Su gloria, la cual actúa poderosamente en los hijos de Dios (Colosenses 1:24-28). Cristo te ama y también a ti quiere darte Su madurez, si abres hoy la puerta de tu corazón (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su amor y gracia nos permite predicar el Evangelio para cambiar el mundo (Colosenses 1:26-27, 1 Corintios 15:10, 57, Mateo 28:19-20, Juan 15:12-13). Aleluya.