Que nuestra vida edifique a otros
Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación.
Romanos 15:1-2 (LBLA)
Cambiador del Mundo: En el libro de Romanos se nos enseña a que vivamos de la manera que Dios quiere para contribuir a la paz y a la mutua edificación (Romanos 14:19).
Nosotros los que somos hijos de Dios por nuestra fe en Jesucristo, tenemos la responsabilidad de que nuestros pensamientos, palabras y acciones, glorifiquen el Reino de Dios y den vida a todos aquellos que caminan alrededor de nosotros, porque a eso fuimos llamados, a ir a todas las naciones haciendo discípulos y bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que sean ganados para Cristo y para Su Reino (Mateo 28:19-20).
*Necesitamos vivir par agradar a Dios y que la fortaleza que en Cristo hemos recibido nos permitan hablar palabras que nos ayuden a soportar las flaquezas de los débiles, porque nuestro cristianismo no se trata de agradarnos a nosotros mismos sino a Dios, y ser de bendición a otros para edificar sus vidas por Su gracia.
Servimos a un Dios paciente y que consuela a todos aquellos que acuden a El con arrepentimiento y sinceridad de corazón por lo tanto tengamos en Cristo este mismo sentir para que en lo que ayudamos a edificar la vida de otros, también glorifiquemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 15:3-7).
Nuestras palabras sean de consuelo y de ánimo, proclamando que Cristo quiere recibir al quebrantado y llevarlo a la gloria de Dios.
Hoy es tu día para que también tu vida pueda ser edificada en Cristo y recibas salvación y vida eterna si le confiesas a El todos tus pecados y por supuesto te arrepientes de ellos (Romanos 10:8-13).
Que la gracia de Dios permita en nosotros que Cristo sea siempre nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria para cambiar el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.