Nuestro poderoso Jesús
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. Judas 1:24-25 (RV1960)
Cambiador del Mundo: En el libro de Judas el último libro de la Biblia se nos exhorta que peleemos ardientemente por la fe que nos ha sido dada por medio de nuestro Señor Jesucristo, sabiendo que mucho hombres se han infiltrado encubiertamente en la iglesia para derrumbar el testimonio de aquellos que han tomado en serio el evangelio, tratando de desviarlos y convertir en libertinaje la gracia de Dios, atreviéndose aun a querer negar a Dios y a Jesús.
*Pero debemos de tener en claro que Dios siempre ha sido paciente aun con su pueblo Israel, pero aquellos que no tomaron en serio la Palabra de Dios cuando los sacó de Egipto, perecieron en el desierto.
También tenemos el ejemplo de Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas que se pervirtieron y fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
La iglesia cristiana no está exenta del ataque de estos soñadores que rechazan la autoridad y blasfeman de las autoridades superiores lo que ni aún el arcángel Miguel hizo cuando disputaba por el cuerpo de Moisés, sino que dijo al enemigo de nuestras almas: El Señor te reprenda (V.9).
Guardémonos pues de todos estos murmuradores y querellosos que andan según sus propios deseos y cuya boca hablan cosas infladas adulando a las personas para sacar provecho. Los hijos de Dios reafirmémonos en Su Palabra que antes fueron dichas por los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Edifiquémonos pues sobre nuestra fe en Jesús y caminando bajo la dirección del Espíritu Santo, conservándonos en el amor de Dios y en la misericordia de Cristo.
El desafío es vivir día a día abrazándonos del poder de nuestro Señor Jesucristo, descansando en Sus promesas que son sí y amén, para presentarnos delante de Su gloria sin mancha y con gran alegría (Libro de Judas).
Hoy es el día de salvación si aun no te has entregado a Jesús (Romanos 10:8-13).
Que el amor y la gracia de Dios en nosotros nos permita que Cristo sea nuestra esperanza de gloria y victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.