Jesús vino a salvar al mundo
Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Juan 12:47 (RV1960)
Cambiador del Mundo: El propósito de Dios al enviar a Su Hijo Jesucristo a la tierra fue y sigue siendo para nuestra salvación eterna, para terminar nuestra carrera en esta vida de manera victoriosa, sabiendo que nos aguarda una vida gloriosa junto a Dios en los cielos. Desde Adán y Eva podemos ver que no pudieron hacer la voluntad del Padre porque, aunque fueron creados a la imagen y semejanza de Dios, cuando tomaron la decisión de comer, lo hicieron en contra del mandamiento que a Adán se le había dado y que tristemente no pudo obedecer trayendo a partir de ese momento, el pecado a este mundo que iba a ser heredado por todas las generaciones de la humanidad. Por eso Jesús vino a la tierra como hombre, pero también como Dios, y a la hora de tomar la decisión de entregar Su vida en la cruz del calvario, aunque sabía que iba a sufrir y ser quebrantado, obedeció y se entregó para morir por el pago del pecado del mundo. Todos los cristianos nacidos de nuevo debemos hoy entender que la gracia de Dios está dispuesta para cada persona que entienda que por sí misma no puede ser salva ni tampoco vivir en santidad, a menos que invite a Jesús a su corazón para que dirija su vida aquí en la tierra y lo lleve día a día perfeccionando la santidad de Dios en esta persona. *Todos nosotros tenemos la misma oportunidad de decidir hoy después de ser salvos, a clamar a Jesús que por Su gracia ponga en nosotros Su vida resucitada y el Espíritu Santo, para que caminemos agradándolo a Él en Su perfecta voluntad y bajo Su gloriosa gracia. Hoy es el día de Salvación (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que por Su gracia nos permite cambiar el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10,57). Aleluya.