Amor, gracia y verdad que cambian el mundo

Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria (la gloria que corresponde al unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad. La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Juan 1:14, 17 (RVC)

Cambiador del Mundo: El amor de Dios por el mundo, le llevó a entregar a Su Hijo unigénito para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El (Juan 3:16-17). Junto con Su amor, Jesucristo vino también lleno de gracia y de verdad porque Él es el verbo y Su propósito en la tierra fue anunciar las buenas nuevas del evangelio para que todos aquellos que creyeran en Su Nombre y le siguieran fueran salvos. La responsabilidad de todo cristiano nacido de nuevo, es hablar un evangelio lleno de esperanza, de amor, de gracia, de misericordia y por supuesto de toda la verdad de Dios, recordando que el Señor también es fuego consumidor (Hebreos 10:29-31, 12:28-29). *La voluntad de Cristo es salvar a toda la humanidad porque para eso dio Su vida en la cruz del calvario y tres días después resucitó de los muertos. Jesús pagó de esta manera el precio del pecado desde Adán y Eva y terminó con la maldición heredada de ellos. Jesús sabía muy bien que nadie cumpliría la Ley que fue dada por Moisés porque ésta se decretó para los pecadores (1 Timoteo 1:9), pero ahora en Cristo podemos ser hijos de Dios si abrazamos Su promesa llena de gracia y de verdad (Juan 1:17). Que hoy sea el día que todos entendamos que el mundo necesita conocer la gracia y la verdad que hay en Jesús, hoy es tu día (Romanos 10:8-13). Que la gracia y la verdad nos permitan que Cristo sea en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

El amor y el temor a Dios

Enséñame, Señor, tu camino, para que camine yo en tu verdad. Dale firmeza a mi corazón, para que siempre tema tu nombre.
Salmos 86:11 (RVC)

Cambiador del Mundo: Como cristianos nacidos de nuevo, necesitamos del amor de Dios y que el temor a El nos establezcan con firmeza en nuestro caminar aquí en la tierra, para que podamos soportar y permanecer en Su propósito durante las pruebas que siempre sobre vendrán en contra de los hijos de Dios. La Biblia nos enseña que el principio de la sabiduría es el temor de Dios y que los insensatos desprecian la sabiduría y enseñanza. También nos enseña que el temor de Dios es: aborrecer el mal, la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa (Proverbios 8:13). Por eso todo aquel que se proclama cristiano nacido de nuevo, significa que se ha arrepentido y el amor de Dios lo ha perdonado y se ha llenado del temor reverente a Dios que lo hace aborrecer el pecado y la maldad de este mundo y le permite caminar una vida nueva llena de gracia y de verdad porque ahora Cristo vive en él (Juan 1:14, 17). Caminar como un verdadero hijo de Dios implica que nosotros busquemos incesantemente entender en nuestro corazón la importancia del amor de Dios, porque será la única manera de que también nosotros amemos a nuestro Creador y a nuestro prójimo. Jesús nos enseña que amemos a nuestros semejantes como El nos ha amado (Juan 15:12-13). *Por lo tanto tiene que ser nuestra prioridad dejarnos llenar por el amor de Dios y temerle a El para tener esperanza de terminar la carrera aquí en la tierra y obtener la victoria en Cristo. Hoy es tu día de salvación si aun no te has entregado a Jesús (Romanos 10:8-13). Que la gracia, el amor y nuestro temor a Dios, permita que Cristo sea en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

La batalla del amor en este mundo

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 1 Juan 3:1 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Con tristeza podemos observar cómo el mundo intenta cada día ridiculizar el significado verdadero del amor de Dios que es ágape, lo que significa el que lo da todo a cambio de nada. El amor de Dios es ejemplificado con el sacrificio de Cristo en la cruz, siendo El inocente cargó con el pecado del mundo y murió derramando Su sangre para el perdón de toda la humanidad y después resucitó de los muertos para darnos vida eterna. La Biblia nos enseña que en los últimos tiempos las personas serían amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin temperamento, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, presumidos, y amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero la negarán en su modo de actuar (2 Timoteo 3:1-7). Ese es el perfil que tienen las personas que le han dado la espalda a Dios y han rechazado el gran amor de nuestro Señor Jesucristo, y peor aún hacen sentir ridículos a todos aquellos que predican de ese amor y viven de acuerdo a él, negándose a sí mismos y dando por basura todas las falsas riquezas temporales de este mundo y porque estos siervos de Dios un día decidieron amar a Jesús, tomar su cruz y seguirle (Lucas 9:23-27). *Por lo tanto los que somos hijos de Dios porque hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y Salvador, sigamos mostrando el amor a nuestro prójimo y predicando las buenas nuevas del Evangelio, aunque el mundo se oponga y trate de detenernos, porque más fuerte es el que está en nosotros que aquel que viene en contra (1 Juan 4:4). Hoy es tu día de salvación, pídele que también sea tu esperanza de gloria y tu victoria que cambia el mundo (Romanos 10:8-13, Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Seamos cristianos diligentes para Dios

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
Romanos 12:11-13 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Es una urgencia que tenemos los cristianos de que la gracia de Dios nos permita hacer más cada día Su voluntad, presentando nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios y no conformarnos a este siglo, ya que Él nos ha renovado nuestro entendimiento y gracias a eso ahora estamos disfrutando y caminando por Su buena voluntad que es agradable y perfecta (Romanos capítulo 12). Necesitamos además del amor del Señor que ha puesto en nosotros, que operemos bajo el poder de Su gracia mediante la fe en Su Nombre, porque todavía hay muchas personas en el mundo que no conocen a Dios ni tampoco a Su Hijo Jesucristo y por eso es necesario que nosotros prediquemos incansablemente el evangelio para que muchos se entreguen a Jesús. *El amor de nosotros por nuestro prójimo entreguémoslo sin fingimiento y que podamos ser un testimonio de estar viviendo lo que predicamos e impactando muchos corazones que no terminan de rendirse a Dios. Estamos en los últimos tiempos tal como lo profetizó nuestro Señor Jesucristo: sufriendo guerras, rumores de guerras, falsas doctrinas, pestes, hambres, terremotos en diferentes lugares, todo esto es como un principio de dolores porque además vendrán tribulaciones, crímenes y el pueblo de Dios será aborrecido por todas las personas, por causa del Nombre de Jesús (Mateo capítulo 24). Levantémonos y seamos diligentes buscando alcanzar muchas personas que todavía no han oído de la gran salvación y vida eterna que solo hay en Jesucristo (Mateo 28:19-20). Hoy es el día de que tú también puedas formar parte del Cuerpo e Iglesia de Cristo si aún no te has rendido a Él, pues recuerda que El te ama y que murió por ti (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

El mérito de todo lo que somos le pertenece a Dios

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

1 Corintios 15:10 (RV1960)

Cambiador del Mundo: El Apóstol Pablo tuvo desde temprano la revelación de que él era el más pequeño de los apóstoles y que ni siquiera era digno de ese llamado, porque había sido perseguidor de la iglesia de Cristo. Pero por la gracia de Dios él se había convertido en un siervo del Altísimo y la gracia que había recibido no había sido en vano, porque había trabajado en él hasta convertirlo en el siervo de Dios que más libros escribió en el Nuevo Testamento ya que se le reconocen trece cartas. Todos nosotros los cristianos nacidos de nuevo, debemos de pedirle a Dios que la humildad de Cristo (Mateo 11:29), Dios la ponga en nosotros por medio del Espíritu Santo y del poder de Su gracia porque también debemos entender que ningún ser humano en su propia fuerza va a poder lograr agradar a Dios. En su segunda carta a los Corintios, Pablo relata que había conocido el tercer cielo y el paraíso y ahí oyó palabras que no podía explicar, pero Dios puso en su corazón que no se gloriara en nada de lo que había visto, sino más bien en sus debilidades y que no se jactara para que nadie pensara de él más de lo que realmente era, un siervo de Dios. Y Dios se aseguró de que Pablo no se exaltase desmedidamente y puso en él un aguijón, un mensajero de satanás que lo abofetease para que nunca se enalteciera de sobre manera y aunque rogó tres veces, Dios le contesto: *bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad (2 Corintios 12:1-10). Hoy es el día de darle la gloria a Dios y entregarte a Él (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).

Avivemos el fuego de nuestro amor a Jesús

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

2 Timoteo 1:6-7 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Esta segunda carta a Timoteo, fue la última que escribió el Apóstol Pablo, la número trece que él hizo y está en el Nuevo Testamento. Se está despidiendo prácticamente de Timoteo su discípulo e hijo amado en la fe, porque sabía que lo iban a decapitar pues estaba preso en Roma por la maldad del Emperador que aborrecía a todos los cristianos. Pablo exhorta a este joven que estaba a cargo de la iglesia de Éfeso a que se fortaleciera en su fe y que avivara el fuego y su pasión por Cristo, porque era la herencia que Pablo le había dado por la imposición de sus manos. Que no permitiera en ningún momento ser intimidado por algún espíritu de cobardía, sino que buscara llenarse del poder y del amor de Cristo porque, aunque vendrían aflicciones por causa de predicar el evangelio, Dios lo guardaría y lo fortalecería por la gracia de Dios que le fue dada el día que recibió a Jesús en su corazón. *Nosotros también los cristianos de estos últimos tiempos, debemos de avivar el fuego de servir a Dios como fruto del amor que Él puso en nuestro corazón y reprender todo espíritu de intimidación que venga a tratar de interferir en nuestro caminar cristiano. Al igual que a Timoteo, Dios siempre fortalecerá a Sus hijos amados que estén sirviendo al evangelio de Cristo. Hoy es tu día de salvación si recibes a Jesús en tu corazón para ser salvo y vivir la eternidad con El (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

La vida cristiana no se trata de nosotros

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
Filipenses 2:4-5 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Es muy importante que hoy podamos entender que cuando nos proclamamos cristianos, es porque hemos decidido morir a nosotros mismos y darle a Cristo el lugar de máxima autoridad para dirigir nuestra vida hasta la eternidad. El Apóstol Pablo nos habla de esto en su carta a los Filipenses de que estemos gozosos y vivamos en el amor de Cristo unánimes y siendo de bendición a otros con humildad y estimando cada uno a los demás como superiores a uno mismo. No mirando por nuestros propios intereses sino haciendo lo que dijo Jesús que como personas sirvamos a otros en todo lo que queramos que otros sean de bendición a nosotros, porque este es el cumplimiento de la Ley y los Profetas (Mateo 7:12). Los cristianos nacidos de nuevo viven totalmente sujetos a la voluntad de Dios y el ejemplo siempre será nuestro Señor Jesucristo que se despojó de toda Su gloria y tomó forma de siervo y haciéndose hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente a Dios Su Padre hasta la muerte de cruz (Filipenses capítulo 2). *Entonces como verdaderos cristianos le pediremos a Jesús que Su gracia nos permita que Su propósito y destino para nosotros Él lo cumpla por medio de Su Espíritu Santo que Él pone a habitar en el corazón de todos aquellos que se han arrepentido y lo han confesado a Él como su Rey y Salvador. Hoy es el día de entregar totalmente tu vida a Jesús si aún no lo has hecho para que Él sea tu Rey y Señor para siempre (Romanos 10:8-13). Que la gracia de Dios permita que Cristo sea siempre nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Dependiendo de la sabiduría de Dios

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2:8 (RV1960)

Cambiador del Mundo: El Apóstol Pablo, en toda la carta que escribió a los Colosenses, insistió en que Cristo era la esperanza de gloria y por lo tanto nuestra prioridad para que El habite en los corazones de todos aquellos que han nacido de nuevo en el evangelio. Esta carta a Colosas, nos enseña que caminemos unidos en amor hasta alcanzar todas las riquezas y el entendimiento que nos permita conocer quién es Dios el Padre y quién Su Hijo Jesucristo, porque en Él están escondidos todos los tesoros de Su sabiduría y del conocimiento, para que nadie nos engañe con palabras persuasivas que se oyen bien, pero son verdades a medias, es decir son mentiras. Disfrutar de la sabiduría de Dios, sucede después de recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador, cuando empezamos a caminar con El, y nuestra vida la arraigamos y sobre edificamos en la roca que por supuesto es Jesús. Necesitamos que nuestras palabras y acciones estén confirmadas por medio de la fe en el Hijo de Dios para que nadie nos engañe usando filosofías y huecas sutilezas, que son las que enseña el mundo y sus tradiciones y no son según Cristo. *En Jesús se encuentra toda la plenitud de Dios y Él quiere habitar en nosotros porque Él es nuestra victoria y el único que nos puede otorgar esperanza de salvación y vida eterna (Colosenses 2:1-10). Por causa de ser cristianos ha sido anulada el acta que había contra nosotros, pues Jesús la quitó de en medio y la clavó en la cruz (Colosenses 2:14). Hoy es tu día de pedir perdón a Jesús y de recibirlo en tu corazón para ser salvo y no ser engañado (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Nuestra santificación es solo en Cristo

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.
2 Tesalonicenses 2:13 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Los que hemos creído en la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, hemos recibido la promesa de la salvación por lo cual debemos dar siempre gracias a Dios porque ahora sabemos que Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo para salvarnos y lo más importante es que será toda nuestra vida en la tierra un proceso de santificación por medio del Espíritu de Dios obrando en nosotros los que tenemos fe en la verdad que es Cristo y Su Palabra. Los cristianos nacidos de nuevo, hemos recibido el evangelio para alcanzar y disfrutar de la gloria de Dios mediante nuestra fe en Jesús, y nos gozamos de la promesa de vida eterna donde recibiremos nuestra corona (2 Timoteo 4:8, Santiago 1:2). *La santidad la recibimos instantáneamente el día que nos convertimos a Cristo, porque El entra y empieza a vivir en nosotros. Pero la santificación es todo el proceso con el que Dios nos sostendrá purificándonos en nuestro espíritu, alma y cuerpo para que no solamente terminemos la carrera, sino que podamos ser reconocidos en los cielos como hijos y buenos siervos fieles al Señor (Mateo 25:23). Por lo tanto, todos nosotros oremos y pidámosle a Dios que podamos llevar Su Palabra hasta el último rincón de la tierra para que Su Nombre sea glorificado, así como ha sucedido con nosotros (Mateo 28:19-20). Fiel es el Señor que nos afirmará y guardará del mal (2 Tesalonicenses 3:1-4). Hoy es tu día de recibir a Jesús en tu corazón como tu Señor y Salvador (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.

Siervos de todos por amor a Cristo

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
2 Corintios 4:5 (RV1960)

Cambiador del Mundo: Antes de ser cristianos nacidos de nuevo, todos nosotros vivíamos en pecado lejos de la voluntad de Dios hasta que por la gracia de nuestro Señor Jesucristo se nos reveló el evangelio que estaba encubierto entre los que se pierden, entre aquellos que caminábamos ciegos e incrédulos sin que nos resplandeciera la Palabra de Dios y la gloria de Cristo. Pero desde el día que nos convertimos y que resplandeció la vida de Cristo en nosotros, entonces las tinieblas se fueron y vino la luz a nuestro corazón, para poder tener fe y esperanza en el Hijo de Dios (2 Corintios 4:1-6). Ser un siervo de Dios significa no solamente estar bajo la voluntad de Jesús, sino que además podamos servir a todos, principalmente a la familia de la fe (Gálatas 6:10). En el evangelio de Juan nuestro Señor Jesucristo habla muy profundamente acerca de lo que significa un siervo, lo cual El mismo se proclamó. Y Su testimonio lo acompañó cuando antes de la fiesta de la pascua, El lavó los pies a Sus discípulos ante la sorpresa de todos ellos, pero Él les dijo que ahora no lo comprenderían, pero lo harían después. Jesús dijo ustedes me llaman Maestro y Señor porque lo soy, así que, si Yo he hecho esto con ustedes, ustedes también lávense los pies unos a otros. Si aprenden estas cosas, bienaventurados serán si las hicieren (Juan 13:1-17). *Hoy también nosotros quizá no hemos tenido el privilegio de lavarle los pies a alguien, pero si podemos servir y amar a nuestro prójimo como verdaderos siervos e hijos del Altísimo, para que también esas mismas promesas de bendición nos alcancen a nosotros. Hoy es el día de salvación (Romanos 10:8-13). Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria y nuestra victoria que cambia el mundo (Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57). Aleluya.